Capítulo 29

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— Ya, ya vine, ¿por qué tomaste?—dije. 

— Yooo, nooo tomé, tal vez poquitoooo, poquitooo—rio.

— Pero si apestas a cerveza, vamos quítate esa ropa—le desabroché la camisa.

— ¿Me estas desnudando?—dijo con picardía. Que sen..sual.

— Ni en tus sueños Horan, quítate el pantalón. Bien ahora acuéstate—le dije, pero Niall me agarró de la cintura y caí junto a él en la cama y comenzó a besarme. — ¡Niall! ¡Niall!—lo empujé para zafarme de él. Mejor vamos a la ducha—lo llevé al baño y le mojé la cara. Ahora sí, duérmete.

— ¿Dormirías conmigo?—dijo tiernamente.

— Niall, tengo novio.

— Sooolo dije, doorrrmir, al menos hasta que yo lo esté. —volvió su hipo.

—Suspiré— Está bien—me metí a la cama. ¿Me puedes contar por qué te emborrachaste?

— Sí—rio. No.

— Anda.—reí.

— Está bien, pero shsss, es secreto—me puso su dedo en los labios provocando que soltara una carcajada.

— Ok, ok, secreto—volví a reír.

— No le vayas a decir a _____, pero estoyyyy ceeelooosoo..

— ¡¿Celoso?!—abrí los ojos grande.

— Sí, desde que llegó Mike yo ya no existo para ella y por alguna extraña razón ese chico no me da buena espina.

— Pero…

— Aún no termino.. Hip—de nuevo el hipo. Y no todo es culpa de ese Mike también de Kate si ella no hubiera aparecido, ______ ahora no estaría alejada de mí.— Me abrazó y enseguida se quedó dormido.

— No me he alejado, aquí estoy Niall—sonreí entre lágrimas. Buenas noches Niall, te quiero—le di un beso en la frente y me dormí.

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— Dios, me siento como una mujercita que se emborrachó por primera vez—dijo Niall al sentir su gran jaqueca. ¿_____? Pero… ¿por qué está aquí?—volvió a dormirse.

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— ¡Dios! ¿Cuánto tomé?—volteó a ver a un costado y no había nada o mejor dicho nadie. Pff tan borracho estaba que imaginé que _____ estab….

— ¿Estás mejor?—le pregunté a Niall cuando entré a la habitación y lo vi despierto.

— ______, ¿Qué haces aquí?—me preguntó algo extrañado.

— Ten, tomate estas, ahorita regreso. —ignoré su pregunta y le di unas pastillas.

— ¿Qué haces aquí?—él insistió.

— Vaya, creo que a alguien ya no le agradó mi visita.

— ¿Qué? No, es sólo que…

— Lo interrumpí— Tú me llamaste, ¿no lo recuerdas? ¡Oh, no lo siento! Es porque estabas terriblemente borracho.

— Perdón, pero ¿Qué sucedió?

— ¿No recuerdas nada?—dije pensativa.

— No.

— Pues nada interesante. —dije mientras recordaba cuando me besó y esa plática que tuvimos. Sólo pediste que viniera, cuando vine te pregunté por qué habías tomado y decías que no estabas borracho y te reías mucho más de lo normal—reí. Y te ayude a quitarte la ropa y te empezaste a reír.

La fotógrafa que capturó mi corazón «Niall Horan y tú»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora