Manuel
—No sé boludo, es un montón...
—Amigo, ni cabida, el pibe en la que nos puede tratar mal lo hace, y como a Valentín le cae bien nunca le hicimos nada, pero ya se lo merece.
Mauro y Alejo estaban intentando convencerme de concretar el plan que hicieron, sabiendo que Mateo es gay y yo bisexual, quieres que lo haga enamorarse de mi mientras hacemos el trabajo practico, y cuando este termine; le digo la verdad y lo dejo. Me sonaba demasiado cruel pero ellos tenían razón, el siempre nos trataba como el orto y no le podemos decir nada, ya fue, no va a ser tan difícil, además Palacios es lindo.
—Bueno, dale, lo voy a hacer.
Mauro y Alejo sonrieron.
—Hola, Mateo. —Él nombrado levantó las cejas sacándose los auriculares. —Escúchame, vine re mal el otro día, necesito hacer bien este trabajo porque tengo un buen promedio que no quiero perder, ¿podemos, por favor, intentar hacerlo en paz? Son tres meses nomás, después podes no hablarme nunca más en tu vida. —Yo lo miraba con un puchero intentando ablandar su corazón, pero pareció no funcionar porque no hizo ni una mínima mueca.
—Si.
—¿Si? —Dije sorprendido, eso fue más rápido de lo que esperaba.
—Si, está bien. Pero tiene que ser en tu casa.
—¿Por qué no en la tuya?
—No se puede. —Dijo y cuando estaba por responderle, se volvió a poner los auriculares.
—¿Y qué onda? —Dijo Mauro cuando me vio caminar hacia ellos.
—Dijo que si. —Mis dos amigos aplaudieron.
—Bueno, es todo tuyo, apostemos, ¿cuánto tarda en caer como un boludo? Yo digo que un mes. —Dijo Alejo.
—Nah, yo digo que hasta que se termine el trabajo. —Retrucó Mauro.
—Yo digo que a la mitad del trabajo ya está re muerto por mi. ¿Qué apostamos?
—El que gana pone la casa para todas las juntadas.
—Uh, hijo de puta, es lo peor eso.
—¿Aceptan?
Alejo y yo asentimos y los tres juntamos nuestras manos.
—¿Qué apuestan? —Dijo Valen entrando.
—De Manu y—
—Nada amigo, te guarde el lugar, andá a dejar la mochila. —interrumpí a Mauro, Valentin me hizo caso y yo hable de nuevo. —No quiero que Valentín se entere de esto, ya saben como es. —Si, buena persona, dijo mi cabeza.
Las clases pasaron con normalidad, estuve todo el día pensando en lo que iba a hacer, mi cabeza me decía que estaba mal, pero es un poco de diversión, además Palacios necesita una lección de vez en cuando, lo mire un segundo y él estaba mirando con atención al profesor, si veo que las cosas se me están yendo de las manos paro la apuesta y listo, no es para tanto, seguro hice cosas peores.
El timbre de final del día sonó haciéndome levantar mi mochila y topándome con Palacios a mitad de camino.
—¿Dónde vivís?
—Pasame tu numero y te digo.
—No necesitás mi numero, me sé guiar, decime. —Yo bufe por lo difícil que era Mateo, se iba a hacer largo que se encariñe conmigo, aunque mis encantos van a ayudar bastante, le di mi dirección y le dije que arrancábamos mañana porque hoy no podía, él asintió y se fue.
—¿Al final van a hacer el trabajo juntos? —Pregunto Valentín
—Sí, aceptó al final.
—Me alegro, capaz hasta llegas a conocerlo mejor, yo me estoy hablando con Daniel y dice que Mateo es re buenito.
—¿Y cuándo me ibas a contar, pedazo de gato, que te estas hablando con el nuevito? —Dije molestándolo.
—Hablamos nomás moño, seguro ni es gay, qué sé yo, es re copado tambien.
—Bueno, decile que pase los recreos con nosotros.
—No creo, dice que vió toda la atención que recibimos en los recreos y no le gusta. —Yo sabia que a Valentín tampoco le gustaba, la fama era mía, pero mis amigos por consecuencia también eran buscados, a Valen le gustaba más el anonimato mientras que Mauro y Alejo disfrutaban de los beneficios de ser mis amigos, a veces demasiado.
Valentín y yo eramos amigos hace muchísimo tiempo, casi desde que nacimos, siempre fuimos vecinos y desde que tengo uso de razón hacemos todo juntos, Mauro y Alejo llegaron bastante después, hace unos pocos años, cuando yo ya era más conocido en el colegio, eran mis amigos pero no confiaba en ellos como lo hacia en Valentín, Valen sabia mis secretos más grandes, mi verdadera cara y toda mi vida.
Llegue a mi casa después del largo día de colegio, pensando en el plan de enamorar a Mateo, no sentía que estaba bien lo que estaba haciendo, pero tampoco quería quedar como un cagón con Alejo y Mauro, ¿y sí mi mamá se entera? no, pará, no voy a ir tan lejos, no sé, capaz un par de besos, cogérmelo y nada más, tampoco voy a bardear tanto... pero aposté enamorarlo y dejarlo, poner la casa para todas las juntadas era una pesadilla, iba a tener que hacerla completa, si la voy a hacer la voy a hacer bien.

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trust ; trueplik
Фанфик"Palacios es un pendejo de mierda, planeen una maldad y que sea grande" ©manuftlouis