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Mateo

—¿Nos vemos más tarde entonces? —Manuel picoteaba mis labios rápidamente apenas dejándome hablar.

—¿Seguís queriendo venir? —Pregunté

—Obvio chiqui, avísame cuando se vaya el médico y vengo, ¿sí? —Asentí rápidamente con la cabeza, él dejó un largo beso en mi boca que me desestabilizó y sonriéndome se fue.

Entré a mi casa cerrando la puerta con llave, hoy tenía que venir el médico a ver a mi mamá, estábamos esperanzados de que nos diga que progresó y quizá pueda empezar a usar la silla de ruedas y no estar todo el día en la cama.

Norma me recibió con los brazos abiertos apenas abrí la puerta.

—Teo, quedó comida por si te querés calentar, ¿vos ya te quedas o me quedo yo?

—Yo me quedo, andá tranqui. —Norma besó mi cachete antes de agarrar su mochila e irse por la puerta principal.

Subí rápido las escaleras yendo directo al cuarto de mi mamá.

—Vieja, ¿cómo estás? —Me acerqué dejando un beso en la frente de mí mamá mientras ella sonreía suavemente, le encantaba que haga eso.

—Bien amor, hoy me tengo que sentir bien así el médico me deja moverme de esta cama. —Yo asentí con una mueca en la boca, a pesar de tener esperanzas no queríamos ilusionarnos y que al final termine en nada, como pasó otras veces.

—Mami, ¿viste que ayer me dijiste que querías conocer a Manuel? Capaz viene hoy. —Los ojos de mí mamá brillaron.

—¿Viene a comer? —Yo asentí con la cabeza.

—El médico viene en un rato, me voy a bañar rápido, ¿sí?

El médico llegó puntual cuando yo estaba terminando de ponerme la remera, me acomodé rápido el pelo húmedo y fui a abrir.

—Está todo más que perfecto, evolucionaste un montón desde la última vez. —Mamá sonrió agarrándole la mano al médico, espero que no se ponga así con Manuel esta noche.

—La última vez nos habló de la posibilidad de que pueda cambiar la cama por la silla de ruedas... ¿En qué queda eso? —Dije ya en la puerta de entrada con la cerradura en la mano.

—Mirá Mateo, la posibilidad está, tu mamá está evolucionando muy bien y podría tranquilamente estar en la silla de a poco, no lo quise hablar ahí adentro porque sé de... Bueno, de su situación económica y esas sillas son carísimas, no los quiero ilusionar. —Mi mandíbula se tensó, asentí lentamente y el médico salió por la puerta sin decir otra palabra, hace tiempo no me afectaba nuestra situación económica, pero cuando influye en la salud de mí mamá empieza a ser un problema.

Manuel
chiqui
q vamos a comer?
q queres que lleve?
19:46

Mateo
seguro hago unas pizzas
tengo paja de cocinar
no traigas nada
19:48

Manuel
llevo helado
19:50


Rodé los ojos ante el mensaje de Manuel, ¿para qué me pregunta si igual va a hacer lo que él quiere? El recordar la economía de mi casa me había puesto de mal humor, es increíble que si no tenés plata no puedas aspirar a tener una buena salud.

Me puse a cocinar para sacar el estrés, Manuel iba a llegar en cualquier momento y que me banque de mal humor no estaba en mis planes.

Media hora después, la masa estaba descansando sobre la mesada cuando el timbre sonó en toda la casa, me levanté de la silla bufando porque  me había sentado hace dos minutos.

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