Manuel
Mateo no me contestaba los mensajes desde que lo dejé en su casa esa noche hace dos días, eso me tuvo todo el fin de semana de mal humor, le había mandado varios mensaje pero él no me clavaba ni el visto, le dije a Valentín que le pregunte a Daniel si habían hablado y me dijo que si, así que la cosa era conmigo, hoy era lunes y me levante de peor humor sabiendo que iba a tener que verlo y pedirle explicaciones.
Llegue al colegio y salude rápido a todos los que me saludaban, Mauro y Alejo me preguntaron por mi ceño fruncido y no les dije nada, no iba a dejar que se enteren que estaba claramente perdiendo la apuesta.
Entramos al aula y yo solté un fuerte suspiro antes de buscar a Mateo con la mirada y encontrarlo en su banco de siempre, con los auriculares y la capucha puestos, ni se inmuto cuando nos vio entrar, para colmo hoy teníamos que sentarnos juntos porque teníamos la materia que nos asigno el trabajo en la primera hora, me encamine hasta el asiento y tire mi mochila con brusquedad a su lado provocándole un sobresalto, de todas formas ni me miro y yo me senté.
Los minutos de la clase pasaban y el profesor no paraba de hablar y Mateo de apuntar en su hoja lo que le parecía importante, que bronca me daba que yo estuve todo el finde maquinándome la cabeza y él ahora ni parece darse cuenta de que me tiene a veinte centímetros.
Mi pie chocaba contra el piso queriendo llamar su atención y cuando vi que después de diez minutos no funcionaba, me decidí a hablarle.
—¿Me vas a ignorar mucho tiempo más? —El timbre del recreo estaba a punto de sonar y quería pasar el recreo con él como en las ultimas semanas.
—Mateo, te estoy hablando. —Él ni siquiera me miraba, su mirada denotaba angustia y ganas de irse, el timbre del recreo sonó y Mateo salió rápidamente del aula seguido por mi llamándolo.
—Boludo, te estoy hablando, pará, ¿qué te pasa? —Lo agarre del brazo y lo metí al baño, para mi suerte estábamos los dos solos.
—Por favor Manuel, no me hables más, me estoy muriendo de vergüenza. —Lo notaba tan incómodo que tampoco lo iba a presionar, parecía estar pasándola mal.
—¿Vergüenza por qué?
—Ya sabes porqué.
—¿Por lo del sábado? —Pregunté y él escondió sus puños en las mangas de su campera, bajó la cabeza y asintió.
—No sabía cómo pedirte perdón, así que pensé que ignorarte era mejor.
—¿Perdón por qué?
—Por besarte, estaba en pedo y ahora tengo mucha vergüenza, podemos terminar el trabajo por separado si querés, igual no queda mucho, pero por favor no le cuentes a nadie. —Estaba tan nervioso y se le notaba en cómo hablaba, rápido y sin modular bien.
—Pero si yo te besé Teo, no te disculpes. —Me acerqué a él y lo agarré de la mandíbula haciéndolo subir su mirada hacía mí, parecía asustado.
—No le cuentes a nadie, por favor.
—Banca, te besé yo Teo, y te besé porque quise, no porque estaba en pedo. —Él me miraba confundido, más allá de la apuesta yo estaba diciendo la verdad. —Te besé porque me gustas, porque quería besarte hace un montón, el sábado tenía las mismas ganas de besarte que tengo ahora.
Mateo me miraba sorprendido y tragó saliva sonoramente. —¿En serio?
—En serio, ¿puedo?
Mateo asintió lentamente y yo me acerqué lentamente haciendo que su espalda choque contra la pared fría, él me miraba esperándome. —Dale Manuel, antes que me arrepienta. —Yo me reí suavemente haciéndolo sonreír y uní nuestras bocas como estuve esperando todo el fin de semana, sobrio sus labios sabían todavía mejor, Mateo mantenía sus manos en el aire mientras yo lo tenia agarrado firmemente de la cara, nuestras lenguas danzaban suavemente, hasta que la falta de aire se hizo presente.
—Me gustas mucho, Teo, en serio.
—¿Por qué tan de repente?
—No es de repente, te vengo tirando palazos hace dos semanas pero no agarrás ninguno. —Mateo se rió suavemente y me miró de nuevo.
—Perdón, no estoy acostumbrado.
El timbre sonó anunciando que teníamos que volver a clase, yo le di un último beso a Mateo que el recibió sonrojándose y volvimos al aula, me pasé el resto de las horas mirándolo y cuando él se daba cuenta me pegaba por abajo de la mesa haciéndome reír, a la hora de la salida lo acompañé hasta su casa antes de irme a la mía, en el camino íbamos hablando de cosas sin sentido y riendo de estupideces.
—Gracias por traerme.
—Ya conozco como es esto. —Dije sonriendo y apretándolo contra la puerta agarrándolo de la cintura y besándolo, él pasó sus manos por atrás de mi cuello y me apretó más a él hasta que él se separó dejándome hipnotizado.
—Tengo que entrar. —Yo asentí y él me dio un último beso rápido antes de abrir la puerta y desaparecer tras ella.
Me encaminé a mi casa mandándole un mensaje a Valentín.
Manuel
hola feo
q onda hoy q no fuiste
daniel tampoco fue
q se quedaron haciendo?
🤭🤭
13:46Valentín
me lo garche en la joda d la otra vez
hoy estuvimos en su casa
épico
vos q onda
te vi con Mateo ese día
13:48Manuel
me lo comí
épico
13:49Valentín
JAJAJAJAJJ
13:51Sonreí ante lo parecidos que éramos con Valentín hasta en la forma de hablar, entre mensajes ya había llegado a mi casa, arreglé un toque mi cuarto y comí algo rápido y poco elaborado, iba a tener que arrancar el gimnasio porque iba a salir rondando sino, después me tiré un rato en el sofá y le escribí a Mateo.
Manuel
q andas haciendo?
16:57Mateo Palacios
nada
16:58
y vos?
17:03Me reí por la diferencia horaria entre un mensaje y el otro, era verdad que no estaba acostumbrado a esto.
Manuel
nada
mañana podemos hablar bien de todo esto?
17:05Mateo Palacios
si, por favor.
17:10Dejé el celular en la mesa y me dediqué a ver la película que estaban pasando en la tele, el celular me sonó de nuevo y lo agarré pensando que era Mateo.
Mauro
cómo va esa apuesta?
ya estás preparado para poner la casa para las joditas?
17:43Manuel
va más que perfecta
vayan decorando
q esta apuesta la gano yo
17:45
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trust ; trueplik
Fanfiction"Palacios es un pendejo de mierda, planeen una maldad y que sea grande" ©manuftlouis