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JungKook







Hemos pasado la noche en un hotel, dejé la cama matrimonial para ella mientras yo me senté en el sofá, intentando conciliar el sueño. Me había tomado un largo tiempo y casi imposible,puesto que la tenía en una misma habitación, sin poder tocarla.

Noté en cada uno de mis sentidos el odio visceral que comenzaba a crecer en su interior hacia mí, pero era mi trabajo. Ellos me pagaban; yo me deshacía del objetivo. Bien poco debería de importarme lo que pasaría con ella.

La mañana pasó y no ha habido ninguna noticia. Nada de Jung y los chicos. Maggi está más allá del punto de inquietud. 

Compré su desayuno en el hotel, pero apenas comió un bocado, sólo picoteó su tortilla con el tenedor. Puede ser el resultado de su preocupación por Valerie, pero encuentro refrescante su repentina incapacidad para hacer preguntas continuas o tratar de conversar conmigo. 

Me pregunto por qué ella todavía no ha tratado de ponerse en contacto con sus tíos. Me resulta difícil creer que, a pesar de la grave situación con su querida amiga, tampoco mostrara interés en escapar.
Que no aprovechara la oportunidad que tuvo anoche mientras dormía.

Esto me deja con dos teorías: No tiene idea quien realmente es Jung o se preocupa más por una amistad recién establecida. Tal vez las dos cosas.
Estoy bastante seguro de que eso es.

Siento mi teléfono celular vibrando contra mi pierna y me levanto de la mesa en el vestíbulo y meto la mano dentro para recuperarlo.

Maggi está instantáneamente atenta a mí.

El nombre en clave de Nam aparece en la pantalla.

—¿Quién es? —pregunta ella, parándose conmigo.

Paso mi dedo sobre la barra de respuesta, pero sostengo el teléfono boca abajo sobre mi pecho.Haciéndole señas que vuelva a sentarse, digo:

—Quiero que te quedes aquí. Voy a ir justo fuera a atender esta llamada. Confío en que estarás aquí cuando regrese. —Sé que no va a ir a ninguna parte.

Claramente deseando nada más que seguirme y estar pendiente de cada una de mis palabras, ella toma una profunda y pesada respiración, se cruza de brazos y toma su asiento de nuevo.

—OK. —Rechina los dientes detrás de sus labios suavemente apretados.






Salgo caminando por las puertas delanteras y me pongo el teléfono al oído.

Voy a poner a Jung en esta llamada —dice Nam—. ¿Estás preparado?

—Sí —respondo y espero mientras Nam hace la transferencia.

La voz de Jung hierve de ira apenas contenida cuando es conectado:

—¡Tienes algo que es mío!—dice con rabia—¡Jana debería haberme sido 
devuelta en el segundo en que supiste quien era!

—Lo hecho, hecho está —digo—. Di la razón de tu contacto.

Lo oigo respirar pesadamente en la llamada entre tres personas. Nam se queda escuchando en silencio.

Por último, Jung se contiene a sí mismo.

Te ofrezco un millón para matar a Jana. Y te devolveré a Valerie con todos sus dedos. Es una promesa.

¿Matarla? No esperaba que mi comunicación con Jung me causara más de una sorpresa. 

—¿Por qué la quieres muerta? —pregunto.

D A I M O N    | JJK LIBRO #1 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora