Una amistad improbable

19- Sueños y despedidas

Notas de la autora:

Gracias una vez más por los comentarios y felicitaciones. Ha sido una semana muy, muy difícil, pero estoy saliendo adelante y dando lo mejor de mí. Mantenerme en un horario de actualización diario es algo que me motiva a levantarme, incluso cuando prefiero estar en la cama todo el día. Más que eso, el apoyo que recibo me motiva a seguir escribiendo y me hace querer encontrar un nuevo proyecto en el futuro, cuando esta historia termine. No sé qué escribiré después de esto, ¡pero su apoyo me da la confianza para seguir adelante! Así que gracias

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Era una noche hermosa y cristalina en las montañas, la luna llena en lo alto proyectaba todo en una suave luz azul. Cuando brillaba a través de la bruma que cubría perpetuamente la montaña, hacía que el paisaje resplandeciera. Cloud Recesses siempre fue especialmente hermoso por la noche, y bajo la luna llena, era casi tan brillante como el día.

Lan Xichen vagaba sin rumbo entre los árboles, admirando la belleza de su hogar por la noche. Rara vez podía disfrutarlo así, con su estricto horario de sueño y lo ocupado que estaba. Desde que salió del aislamiento no había tenido tiempo para estar solo, para vagar por Cloud Recesses por la noche, solo con sus pensamientos.

De una manera oscura, se daba cuenta de que esto era un sueño. Por lo general, ese pensamiento habría roto la ilusión y se habría despertado unos segundos después. Esta noche, sin embargo, el conocimiento no parecía importar. Nada cambió en el paisaje, y continuó caminando, dejando que sus pies lo guiaran por los senderos boscosos en los bordes exteriores de Cloud Recesses.

Sus pies lo llevaron a través del bosque, donde la luz plateada de la luna apenas llegaba a través de los árboles, hasta la orilla de un río. No muy lejos, podía oír el rugido de una cascada. Los insectos chirriaban desde las ramas de arriba, creando una música extraña, casi espeluznante. Escuchó más de cerca, preguntándose si era un pájaro el que hacía ese hermoso y agudo sonido. No, decidió. Tenía que ser un instrumento. Quizás una flauta.

Llegó al borde de los árboles, siguiendo el camino cubierto de hierba hasta la orilla del río. Había una figura parada a lo largo de la orilla. El mismo lugar en que había estado el propio Lan Xichen cuando Jiang Wanyin lo encontró tocando, se dio cuenta.

Debería haberlo sorprendido, tal vez, pero en esa extraña lógica que suelen tener los sueños, no se sorprendió en absoluto. Casi se sentía como si lo hubiera estado esperando.

Se acercó a las rocas a lo largo del sinuoso río y se sentó junto a la figura. La figura no lo reconoció y apenas se movió. Él estaba allí, pero no allí, al mismo tiempo, casi transparente. Como si no perteneciera a este mundo, y una fuerte ráfaga de viento podría llevarlo lejos en cualquier momento.

Lan Xichen suspiró, se instaló en las rocas y miró hacia el río que fluía suavemente. -A-Yao,- saludó. -Ha pasado un tiempo.

Había soñado con él tantas veces antes, más veces de las que podía contar, pero esta era diferente. Por lo general, sus sueños repetían recuerdos de él, lo bueno y lo malo, y él siempre estaba en el pasado, sin darse cuenta de lo que vendría hasta que se despertaba y la cruel realidad se estrellaba contra él.

Pero esta vez, estaba consciente de todo. Sabía exactamente lo que había sucedido y lo que Jin Guangyao había hecho. Pero de alguna manera, eso no disminuía la realidad del sueño en absoluto. En todo caso, el paisaje era más vívido y real de lo que solían ser sus sueños, sus sentidos no se embotaban en lo más mínimo.

Ahora que lo tenía aquí, tranquilo y esperando, se preguntaba qué debería decir. Podía hacer cualquiera de los cientos de preguntas que había estado ansioso por conocer, exigir saber por qué hizo lo que hizo, preguntar cuánto había sido real y cuántas de sus promesas eran mentiras. Había muchas cosas que podría haber dicho o pedido. Pero de alguna manera, sentados juntos así, después de tanto tiempo, no parecía que mereciera la pena exigir una explicación.