El Beta

Destino

En el centro de la cama reposaba sereno un delgado cuerpo, al estar de espaldas no logró percatarse que la puerta estaba abierta y un par de ojos lo miraban fijamente. Esos ojos ámbar seguían cada pequeño detalle, sabía que tenía que tomar una decisión drástica para poder salvar a Type de las garras de su padre.

Dejando atrás los buenos recuerdos de su amistad, se acercó más; hoy por fin terminaría, como dicen, nada dura para siempre, tal vez este era el momento de acabar con todo. Las suaves y tranquilas respiraciones de Kongphob pronto se volvieron aceleradas, al sentir como las finas sábanas eran arrancadas de su cuerpo.
No tuvo oportunidad de reaccionar cuando un gran cuerpo se posicionó sobre él; así se quedaron observando los ojos del contrario tratando de encontrar una solución o una respuesta.

—Kong… —susurró Mew con malestar, sabía que era una oportunidad para intentar salvar a Type pero hacer eso con su amigo lo asustaba.

—¿Tan lejos vas a llegar? — la mirada cargada de decepción que le dio el moreno le dolió, tal vez en el fondo no quería lastimar a Kong.

—¿Qué otra salida tenemos? —habló, uniendo su frente al contrario.

—Dejame ir —Respondió  Kongphob cerrando los ojos, rogando para que sea escuchado.

—No puede…él te buscará. No quiero que mueras…

—¿Crees que esto es vida? Estar encerrado aquí es peor que la muerte.

—Kong, solo será una vez —se alejó lo suficiente para enfrentarlo  —Te pondré el collar y serás mi consorte. Así estaremos bien.

—¿De verdad piensas eso? ¿Y él, ese chico qué? ¿Vas a dejarlo?

—¿Cómo…

—Siempre vuelves con su olor y hoy no es la excepción. Sé que tus viajes no son por la manada, es por esa persona.

—Eso ya no tiene importancia —los ojos ámbar pronto se vieron bañados de tristeza — se acabó, podemos hacer esto juntos.

—Mew, aunque acepte esta locura pronto tu padre y la manada estarán esperando por un heredero algo que no vas a conseguir de mí. Nunca.

—Ya pensaré en eso… después.

—No hay un después, no debes arruinar la vida de los demás por no poder enfrentar a tu padre. —Gruñó molesto

—¿Así que estoy arruinando tu vida? —el alfa en un movimiento tosco se levantó de la cama.

—¡Sí, lo estás haciendo! —gritó  sentándose en la cama y así poder confrontar a su amigo —este no era el trato.

—¿Ahora hablas del trato? ¡Ja! Cuando no puedes hacer una simple cosa por mí.

—¡Sí! Dijiste que me ayudarías a irme lejos de mi padre ¡No voy a ser tu juguete! Y mucho menos voy a acostarme contigo.

—Quieres que te deje libre para correr hacia sus brazos, anhelas estar con Rojnapat ¿no es así? —los ojos ámbar se tornaron brillantes y un rojo furia pronto los cubrió.

—¡¿Qué?! ¿De qué hablas?, ¿Por qué me iría con él? —preguntó desconcertado el moreno.

Mew se acercó a Kongphob tan rápido que no tuvo la posibilidad de librarse de su agarre, las callosas manos del alfa sostuvieron con fuerza la cara delgada de su amigo.

—Porque lo recuerdas, aún recuerdas a Arthit.

Con todas sus fuerzas empujó el cuerpo contrario para mantener la distancia suficiente, no entendía nada. ¿Por qué de un momento a otro había mencionado a Arthit?, ¿por qué debía recordar a Rojnapat?, ¿Ir con él? Mew estaba cegado por las estúpidas ideas que su padre le había enseñado a lo largo de su vida que no lograba percatarse que estaba lastimando a muchas personas y él inevitablemente estaba incluido.

Los tratos, la amistad, el amor, la vida, el universo en si, todo tiene una fecha de expiración y ahora Kongphob debía enfrentar que ese acuerdo al que accedió una semana después de irse de su casa había llegado a su límite.

—¿No sé de qué me hablas? Solo déjame ir como acordamos. Ese día dijiste que si te ayudaba por un tiempo con tu padre me podría marchar, buscar un apartamento y vivir mi vida lejos del general.

—Kongphob…en ese entonces yo no sabía que papá o el general no perdonarían que me dejes y  mucho menos que abandones la manada. ¿Por qué no lo entiendes? ¡No quiero perderte!

—¡Hace mucho que me perdiste! Con todos tus engaños arruinaste nuestra amistad, mi vida, la tuya, estás arruinado todo… Mew.

Aunque en el fondo el alfa sepa que está cometiendo un gran error al dejar que su padre controle su vida no tiene opción, la manada cuenta con él para mantener el honor de los ancestros. ¿Por qué Kongphob no logra comprender? ¿Qué le cuesta aceptar a su petición? Solo bastaría con una vez y una mordida para que él sea su beta y poder continuar, es una tradición…una que el alfa tampoco estaba tan seguro de cumplir, algo en su interior se retorcía con el simple hecho de estar con otra persona que no sea Type, no va quitarle créditos a Kongphob, es apuesto, tiene un buen cuerpo pero nada se compara al del omega.

Su piel tersa y suave como la más delicada seda, su cuerpo curvilíneo, su cintura entallada con unos modestos abdominales, la curva de su trasero que sin duda es una perdición, pero nada se compara a las largas y delgadas piernas. Recordar cómo estas se ajustan a la perfección en su cadera lo enloquece, aunque debe de admitir que la sonrisa del omega es un regalo de los mismísimos cielos.

Por el contrario a lo que sienta su alfa, Mew no puede dejar ir a Kongphob así, eso sería un gran golpe para su orgullo y honor como futuro líder. Tiene la certeza que Arthit irá tras él una vez sea libre y perder ante los débiles de la manada del  Sur no es una opción.

Poco sabía Mew que la manada del sur era todo menos débil; es por eso que esa noche hace mucho años atrás su propio padre quiso enfrentarse a ellos y todo terminó con un desenlace fatal que no sólo afectó a la familia Suppasit, sino también arrastró a los Rojnapat, cerrando así un cruel destino para ellos y sus descendientes.

—¿Estás seguro que Luna Rojnapat es una zeta?

—Sí señor, mi esposa me lo dijo.

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Hola mis lunitxs 😊💞
Perdón por tardar en actualizar 😔 la verdad no quería poner escusas pero no me he organizado bien y con el trabajo, estudio y en la vida en general 😅
Además la gripe me quiere mucho que ya estuvo conmigo dos veces 😐

Aún así aquí estoy 😎
Abrazos y besos 💞🌼
Nos leemos pronto.