Lágrimas

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—Trataré de volver lo más pronto posible, por favor avísame cualquier novedad, cuídate mi vida. 

Kongphob abrazaba a Arthit con fuerza, no quería irse, pero necesita saber que sucede con su padre o si él puede ser peligroso para su familia. Está seguro que Arthit está a salvo en su hogar, además en su estado prefiere evitar exponer a su pareja al peligro. 

—Yo estaré bien, papá y Mike están aquí. — Su corazón estaba pesado, no quería que se vaya —Pero cuídate, promete que volverás. 

—Lo haré —selló su promesa con un casto beso. 

Ya había hablado con el padre y tío de Arthit y ellos le dieron la tranquilidad de que cuidarán a su pareja por esos días, solo es poco tiempo, nada podía pasar. 

Y sin percatarse que una malvada mirada lo observaba desde la ventana de la casa mientras se despedían. 

Los dos días que habían pasado se hicieron eternos para Arthit, a pesar de que la noche anterior Kongphob se comunicó con él y le aseguró que únicamente se quedaba un día más, estaba ayudando a Mew a seguir algunas pistas, ya que él también estaba preocupado por el bienestar de su nueva familia. 

Aun así, Arthit se sentía intranquilo, había estado en su nido y en el jardín secreto, pero lograba percibir como si alguien lo vigilará. 

Vio a una empleada entrar a su dormitorio y dejar la comida, recuerda comer y después nada… Oscuridad. 

Mientras que muy al contrario su pareja caminaba adentrándose al bosque habían recibido el reporte de actividades extrañas en aquel lugar. 

—Está vacío —suspiró cansado y frustrado Kongphob, caminaron por horas para dar con la localización y no encontrar nada. 

—Al parecer no tan vacía —Mew sacó de entre algunas piedras una navaja. 

—Es de él —reconoció el objeto al instante, a su padre le gustaba afilar y limpiar sus herramientas con frecuencia, así que las había visto toda su vida. —¿Crees que regrese? 

—No, tal vez está siguiendo el sendero de la montaña. —Razonó el alfa, tenían tan pocas pistas y hombres para dispersarse y buscar en el bosque, no lo iban a encontrar tan rápido. 

—No, "nunca escojas el camino más obvio, en la sorpresa está la victoria '', esas eran sus palabras. 

—Si es así, nos estamos perdiendo de una pista importante. 

Comenzaron a buscar más rastros, pero era como si hubiera salido volando o eso creyó hasta ver que el río había crecido con las recientes lluvias, Kongphob sintió un escalofrío. 

—¿Hacia dónde se dirige el río? 

—¿Qué dices Kongphob? —bromeó Mew porque todos sabían que ese río prácticamente recorre todas las manda y… — al sur 

El moreno sintió una fuerte opresión en el pecho, algo andaba muy mal, lo sentía. 

—Es una trampa… —murmuró aún viendo el río — me quería aquí, lejos de… 

—Arthit —completo Mew, entendiendo como toda la situación había sido tan extraña, en especial esa carta anónima sobre esta ubicación. 

—Necesito volver. 

—Calma, tenemos que regresar a los autos y comunicarnos con ellos. 

Kongphob corría lo más rápido posible, su instinto le gritaba que volviera con Arthit.

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