Recuerdos

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POV MEWʼS

Compartir un beso con Kongphob era el sueño de mi vida pero hacerlo así, en estas circunstancias, no me gustó. Quería que Kong disfrute tanto como yo. Sin embargo, apenas separé nuestros labios él cayó desmayado en la cama.

— ¿Crees que esté bien? — pregunté un poco angustiado.

—Claro que sí, sabes que son los medicamentos que él necesita tomar para estar en mejor condición.

—Pero nunca antes se había desmayado. —Toqué con suavidad la cabeza de Kongphob apartando unos cabellos de su frente, es tan lindo y se ve tan indefenso.

—Ah… eso — el general caminó de un lado a otro en la habitación casi podría jurar que estaba nervioso —El médico aumentó la dosis, tal vez sea eso.

—No entiendo porque Kong necesita eso.

—Ya te lo he dicho, él no está bien, es una enfermedad que por desgracia su madre le heredó.

—Si pero…

—Sin peros, quieres a Kongphob y yo te lo estoy dando. No hay más.

—Gracias.

—Confío en que no dejarás que ese Arthit se acerque a mi hijo.

—Eso jamás, señor. Rojnapat ya es historia, ahora que Kongphob va a ser mi beta. —Sonreí con malicia, nadie le ganará a Mew Suppasit. Ya deseo ver el rostro del idiota cuando se entere.

—Gracias, sabía que podía confiar la vida de mi hijo a ti.

Sé que parece extraño que el papá de Kongphob y yo nos llevamos bien pero desde que tengo uso de razón él ha estado a mi alrededor, es casi como un tío y aunque suene feo, ha pasado más tiempo conmigo que con Kongphob.
Bueno eso antes de que su esposa muriera, después de eso, cada vez que le tocaba rondas o guardias muy largas llevaba a Kong a mi casa y así nos fuimos convirtiendo en amigos.

Al inicio a él no le gustaba estar a mi lado, no dejaba que lo toque ni mucho menos que lo abrace y siempre pero siempre cuando dormía llamaba a alguien. Al inicio pensé que era el nombre de su madre pero no, era de un chico.

Creo que la última vez que mencionó ese nombre fue cuando cumplimos cinco años.  ¿Cómo podría olvidarlo? Fue la primera vez que vi sus ojos dorados.
Dicen que eso es una muestra de amor y confianza a tu pareja, ya que deja ver tu lado más profundo e incluso vulnerable.  Así dos almas pueden reconocerse y tal vez unirse para siempre.

🌼

Esa noche llovía, era una tormenta muy fuerte y como de costumbre Kong dormía a mi lado. Sin embargo, en medio de la noche comenzó a moverse con desesperación.

—Kong ~—susurré para llamar su atención, pero él seguía con los ojos cerrados y su respiración se hacía cada vez más fuerte. Me asusté cuando no respondió a mis llamados. — Kong.

Cuando estaba a punto de salir de la cama para ir a buscar ayuda porque sabía que él estaba un poco enfermo, Kongphob de pronto se sentó en la cama, abriendo sus ojos de par en par. Brillaban tan magníficamente, eran dos pequeñas joyas iluminando en la oscuridad de la noche.
Me sentí tan especial, creí que me estaba reconociendo como su pareja, hasta que lo oí llamar a esa persona otra vez, dijo su nombre tan claro y alto.

—¡A-Arthit! — habló con pesar Kongphob y varias lágrimas empaparon su rostro.
Y de pronto se desmayó.
Todo se quedó en silencio otra vez, a pesar de que él estaba ahí tirado en la cama inconsciente no llamé a nadie.
Kongphob no me necesitaba…él solo quiere a ese Arthit.

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