Cuando Armin despertó, aún era demasiado temprano, las cuatro de la madrugada para ser exactos, pésima costumbre.
Frotó sus ojos un momento antes de salir de su cama para ir a beber un vaso de agua, sintiendo mucha sed repentinamente.
Luego tan solo regresa a su cama y se sienta en el borde antes de buscar en el cajón de su mesita de luz entre los frascos de medicamentos.
No solía tomar medicamentos para dormir incluso si debía, ya tomaba demasiados en general así que los efectos secundarios de estos realmente no eran algo que le llamara la atención pero no era un lujo que pudiese darse ahora, no al menos sabiendo que sino ahora no podría volver a dormirse.
No le dio muchas vueltas y lo tomó, volviendo a guardar el frasco y se recuesta en su cama.
Se cubre con las mantas y su brazo se extiende automáticamente hasta su novia, rodeándola y apegando su cuerpo al suyo mientras se acomodaba para dormir.
Como de costumbre ella estaba hablando en sueño, susurrando, aunque claro que él no podía entender lo que fuera que estuviera diciendo.
—Eto byla ne moya vina, eto poyavilos' iz niotkuda, eto poyavilos' iz niotkuda. Kak ya mog eto uvidet'? Eto ne moya vina. Mne ochen' zhal', eto ne bylo moim namereniyem. Vykin' etot obraz iz moyey golovy, pozhaluysta, ya ne khotel...
Sus susurros constantes de alguna forma no le molestaban, ni él lo entendía, quizá a su insomnio le irritaba tal cosa y Armin era feliz de lograr aquello.
Aquel era otro de esos extraños días en que ese grupo de amigos había conseguido tiempo libre al mismo tiempo.
Esta vez no hicieron nada demasiado especial, simplemente se juntaron por la noche a comer pizza en la casa de Historia, quien había ofrecido su casa como punto de reunión.
Obviamente había invitado a Eren, su mejor amigo, y Mikasa quien era la novia de este además de amiga suya, también a Armin desde que hablaba bastante seguido con este y solía ayudarla cuando tenía problemas con sus estudios incluso cuando sus carreras no tenían nada que ver. Convenció a este último de que trajera a su novia ya que aunque la conocía de vista realmente no le había hablado nunca. Y finalmente invitó a Jean y Marco, a este último puesto que solían hablar ya que era bastante cómodo y nostálgico tener a otra persona de Alemania cerca, además de este ser tan amigable y carismático por naturaleza y Jean era su novio además de que la rubia hablaba con él con regularidad.
Eso resultó en una buena noche de pizza, beber y hablar estupideces.
—No te veas tan nervioso —Jean acaricia la mejilla de su novio.
—No sé si debí haber venido... —el azabache muerde su labio mientras habla por lo bajo. Realmente no quería seguir molestando a su pareja pero no era algo que pudiese evitar.
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Cinco Secretos | Aruani - Jeanmarco
FanfictionCada uno de ellos cuatro tiene ocultos cinco secretos que no quieren que nadie sepa. ¿Confiarías en alguien lo suficiente como para contarle las cinco cosas más duras que has vivido y te siguen día a día? [Los fanarts utilizados en este libro no me...