Cinco Secretos | Aruani - Jeanmarco

Capítulo 12

Mikasa realmente se estaba esforzando, no dejaría que su relación con Eren se deteriorara de tal forma bajo ninguna circunstancia.  

Sabía que todo estaba siendo muy difícil para él, más que para ella y para esta ya era duro, así que quería hacer todo lo posible por ayudarlo.

Él no quería terapia de pareja y definitivamente no estaba listo para que hablaran de cómo se sienten pero mientras tanto podrían intentar mantener una relación normal en lugar de una que ni siquiera pareciera una relación.

—¿Hiciste esto? —pregunta Eren, viendo la comida sobre la mesa.

—Sí, ¿qué te parece?

—Se ve bien —él prueba un poco de la salsa y ella se sienta en una de las sillas.

Eren era el cocinero de la pareja, Mikasa no había aprendido más de lo necesario ni le interesaba mucho siempre y cuando pudiese sobrevivir, si tenía dinero siempre prefería ordenar comida.

—Mejoraste mucho —él le sonríe.

—Lo sé, ya no quemo las cosas —bromea un poco.

—¿Cocinaste por algo en particular? —alza una ceja.

—Solo quería hacer algo por ti, siempre cocinas para mí.

—Tengo que reconocer que lo hago bien —se burla—, pero no hacía falta, no me debes nada.

—Solo es un gesto —sonríe.

—Gracias.

—¿Hoy harás algo? —pregunta, casualmente.

—Estaré completando mi proyecto de fotografía y en la noche quedé con Hisu.

—¿Necesitas una modelo para tus fotos?

—Suena interesante, definitivamente serías una figura excelente para trabajos de fotografía pero de momento quería practicar más con la naturaleza. Aunque ya sé a quién avisarle cuando llegue a las personas.

—Me encantaría —le asiente—. Es solo..., hace tiempo que no salimos.

—Bueno, aún pasamos tiempo juntos —se encoge de hombros.

—Sí, para dormir, y no me malinterpretes, amo dormir contigo, pero no sé qué tanto cuente nuestro tiempo juntos si es cuando ambos estamos inconscientes —intenta que suene menos serio de lo que es.

—Estamos comiendo juntos —comenta, desentendido.

—¿Puedo invitarte a una cita? Ya sabes, como cuando recién empezábamos a salir y nos lo pedíamos formalmente, extraño un poco eso.

—Pero solo podemos hacer eso en presencia de Armin para que se ría de nosotros por estar tan tensos —ambos ríen un poco.

—Es verdad, lo necesitamos para que nos presione —le da la razón—. ¿Pero puedo? —y la expresión de Eren solo le deja más claro a la azabache que había intentado cambiar el tema de conversación antes.

—Puedes, claro, es solo que estos días estaré ocupado.

—Pero estamos de receso...