Cinco Secretos | Aruani - Jeanmarco

Extra: Para el amor de mi vida

Para el amor de mi vida, 

Sé que esto debió de haberte sorprendido con mucha más fuerza que a todos los demás, eso es mi culpa por nunca dejar que supieras la gravedad de mi estado y lo siento.

Fue egoísta de mi parte no dejar que conocieras mi peor lado, ni todo lo que me estaba sucediendo. Siempre fui muy egoísta respecto a ti porque fuiste mi nuevo sueño, uno que no quería arruinar, aunque sabía bien que acabaría haciéndolo igual, incluso si intentaba ocultarlo. Merecías saberlo, merecías más.

Luché cuanto tiempo pude contra mi cabeza, pero me quitó todas mis fuerzas y me acabó volviendo alguien que odio ser, alguien que no quiero cerca de ti, ni de nadie a quien ame.

Sé que los medicamentos y la terapia pueden ayudar a vivir una vida normal y ser feliz, pero nunca se evitarán las recaídas, y mi cuerpo y mi mente no pueden soportar ni una más, ni por mí ni por ustedes. En cada episodio fui perdiendo partes de mí que me dejaron completamente quebrado, hasta un punto irrecuperable, volviéndome alguien despreciable. Me hubiese encantado encontrar en mí la fuerza que tantos otros tuvieron para recuperarse, pero me estoy volviendo loco.

Sé que estás deseando haberme ayudado, pero que sepas que no habría cambiado nada, porque nada podía. No eres culpable en lo absoluto, como sé que te querrás hacer creer, fui yo por completo. Por otro lado, tú fuiste una de mis salvaciones en medio de toda esa oscuridad.

Quería casarme contigo algún día, intentar tener hijos si lo hubieses deseado, aunque nos tardara mucho, sino adoptar y construir nuestra pequeña y hermosa familia. Quería conocer a tu padre, conocer tu país, aprender tu idioma, ser el amor de tu vida.

Toma todo en mí tener que renunciar a eso y dejarte, siendo la decisión más difícil de mi vida y la que más odio, porque en mi mundo ideal, en el que tengo todo lo que quiero como lo quiero, tú estás a mi lado en cada día del resto de mi vida. Si hubiera otra salida, algo de esperanza para ese futuro, la habría tomado con gusto.

Ódiame cuanto lo necesites, está bien que lo hagas. Avanza cuando puedas, encuentra a alguien, ámalo, sé feliz. Nunca te frenes por esto, por mí, disfruta de la vida maravillosa que sé que tendrás en cuanto te lo permitas, y lo harás, porque el mundo no puede permitirse estar sin alguien tan increíble como tú.

Dentro de mi egoísta corazón estás siempre conmigo, en la realidad tuve que dejarte caer como prometí que nunca haría, para poder evitarte más daño; pero no lo tomes como un trágico acto de amor, es algo por lo que es válido detestarme para siempre. No te atormentes, no te culpes. Eres quien menos pudo tener que ver con esto, eres una de las razones por las que más quise vivir.

Nunca te merecí, pero si se tratase solo de cuánto te amo, entonces sabes que nunca podría irme, aunque en verdad hacerlo sería amarte poco.

Fuiste mi escape, mi lugar feliz. Contigo no tenía que lidiar con nada de lo malo y lo peor, contigo podía huir a esa hermosa fantasía infinita donde todo era perfecto con nosotros dos. Me otorgaste un pequeño infinito de lo más bello en los días más oscuros.

Me hiciste amar la vida y desear estar en este mundo hasta viejo, aunque tuviera que lidiar con todo, haciendo la decisión de irme lo más duro que pudo haber.

Todo lo que siempre quise fue hacerte feliz, porque eso hacías por mí y de forma espléndida. Deseaba demasiado poder amarte como tú me amabas a mí, de aquella manera tan sana y hermosa, como siempre quise hacerlo contigo, como siempre supe que merecías.

Eres el amor de mi vida, no habrías dejado de serlo nunca, ni aunque viviera una vida eterna. Eres única y la persona que hizo latir mi corazón guiándome en vida. Alguien más pronto verá eso en ti también y te tratará de la forma perfecta que te corresponde.

Mi enorme amor por ti nunca desaparecerá de este mundo, espero que puedas llegar a sentir esos sentimientos y que aunque sea alguna vez te dejen una buena sensación, ese sería mi legado soñado: Tu felicidad.

Con amor, Armin.