capítulo 4: Está todo conectado.

1.3K 165 18
                                    

- Bueno chicos, ella es Alexandra Caro, será vuestra nueva mánager. Es extranjera, así que no la saturéis mucho.- hablaba Takeda.- Bueno tengo que irme, quizás vuelva más tarde, ella se queda con vosotros.

Todos hacían un semicírculo alrededor mío, la mayoría lloraban porque minutos antes, Kiyoko se había despedido de ellos y había soltado un discurso un tanto tímido. Me daba ternura verlos así de vulnerables, se notaba que eran muy buenas personas. El chico peli naranja se secó las pocas lágrimas que tenía en las mejillas y se acercó a mí con una mirada determinada y brillante.

- Caro, ¿Cuánto mides?- yo le sacaba poco más de una cabeza, qué lindo.

- Llamadme Alex por favor.- volví a mirar al chico, con una sonrisa grande.- Mido 1,75cm.

- ¡Ohhh!- sonrió y sus ojos brillaron más.- ¡Te superaré!

Yo reí y le agarré de los mofletes.

- Eres la cosita más linda que vi nunca.- los chicos de detrás miraban la escena entre avergonzados y celosos.- Y eso de superarme… ¡Habrá que verlo!

- ¡Soy Hinata Shoyo!- hizo una reverencia violenta, me veía a mí en él. Yo asentí y le revolví el pelo.

- ¡Yo soy Nishinoya Yuu, pero puedes llamarme Noya!- el chico del mechón rubio se sonrojó y también hizo una reverencia.

Se fueron presentando todos, pero no tan motivados como los dos primeros. Sólo faltaba uno al que yo observaba detrás de los más altos darse la vuelta e intentar librarse de la presentación. Salí corriendo detrás de él y cuando lo alcancé, puse el brazo por encima de su cuello.

- ¿Qué pasa, calvo? ¿No tienes nombre?- le hablé con una sonrisa fanfarrona. Cuando él notó mi rostro cerca del suyo, se convirtió en un tomate.

- ¡Ay, suéltame! ¡Kiyoko jamás será reemplazada!- se zafó de mi agarre y siguió caminando.

No tuve más remedio que utilizar mi técnica definitiva. Corrí de nuevo hacia él, pero esta vez salté y le di una súper patada al vuelo en el costado, él cayó en plancha. Yo también caí hacia atrás y me quedé sentada en el suelo.

- ¡Pero serás burra!- empezó a maldecirme hasta que escuchó como me empezaba a reírme a carcajadas grandes. Él también empezó a reírse. Entonces escuchamos como alguien también se tiraba dando vueltas al suelo con nosotros. Era Noya, reímos los tres hasta llorar, por el momento tan extraño.

- Estos tres se van a llevar muy bien.- dijo Suga.

- Sí, comparten la misma neurona.- dijo el poste de luz con gafas, llamado Tsukkishima.

Daichi rio por el comentario de Tsukki, lo que dejó a los demás extrañados, pero también rieron.

Las puertas del gimnasio se abrieron de golpe, dejando ver a dos personas. Dejamos todos de reír para mirar en aquella dirección. Uno de ellos era Takeda y el otro… no me jodas.

Me levanté y fui corriendo hacia él, me paré a unos dos metros de él y me tiré al suelo en posición de alabanza.

- ¡Mi Zeus!- levanté mi cabeza para mirarlo con una sonrisa.

- ¡Tú, niña! ¿Pero qué haces aquí?- se asustó un poco. Me senté en mis talones.

- Te dije que estaba en un club de voleibol, jefe.- lo miré incrédula.

- ¿Jefe?- preguntó alguno de los chicos por detrás

- ¡Creí que jugabas!- me señaló con un dedo.

FRIENDS (Haikyuu x OC) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora