capítulo 17: Es agradable aguantarte.

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Yo mordía mi labio haciéndome daño hasta que Suga me dio un manotazo en la boca. Estábamos todos sentados en el césped después de comer, estaba todo el equipo del Karasuno, algunos del Nekoma y del Fukorodani, todos mirándome expectantes. Yo parecía Jesús y todos los demás los apóstoles. Chasqueé mi lengua.

- Estoy viviendo con Ukai.- estaba sentada abrazando mis piernas y apoyaba mi barbilla en mis rodillas.

- ¡¿No me digas que os habéis casado?!- el calvo empezó a gritar.

- ¡¿Qué?! ¡No! Calvo, eres tonto, déjame terminar. Bueno, yo… ¿Me escapé de casa?- rascaba mi nuca.

- ¿Te escapaste de casa y volaste hasta Japón?- Yamamoto decía gracioso.

- Sé que parece broma, pero sí, robé dinero a mi padre y tomé un vuelo hasta aquí. Chantajeé al director del Karasuno para que me dejase matricularme sin tener los papeles suficientes y viví en una posada por un tiempo. Hasta que Ukai lo descubrió e igual me chantajeó para que viviese con él porque le preocupaba que viviese sola. Mi madre no me cogió el teléfono hasta esta mañana que me dijo que no volviese y que era un despojo de la vida. Recordé lo desgraciada que soy y me entró el pánico. Ayer unas chicas me llamaron puta y también las palabras que me dijo Tsukkishima en el baño me siguen doliendo.- lo solté todo como quitándole importancia y al final sonreí mostrando mis dientes nerviosa y sarcásticamente.- Ah y el golpe de la cabeza también es culpa de Tsukkishima y me duele mucho.

- Tsukki te doy cinco segundos para correr.- no había visto a Chuchi así de serio en mi vida.

- ¡No! Chuchi, no estoy enfadada con él, ni siquiera me importa, yo cuando estoy alterada también soy muy violenta y me paso de la raya, es normal.

- Pero sí quiero disculparme, por no disculparme antes, no he podido hablarte antes porque no sabía que te sentías así y además me avergonzaba de mí mismo.- Tsukkishima me miraba.

- Lo sé, Tsukki, ahora te miro y sé que estás siendo sincero. En el baño, tus ojos sólo tenían ira y estabas mintiendo.- le sonreí y él se subió las gafas tímido.

- Entonces… ¿qué vas a hacer con lo de tu familia?- preguntó Asahi triste.

- Me he dado cuenta que siempre estuve queriendo y apoyando a personas que no darían nada por mí. Me siento mal por mi abuela, pero como dijo mi madre, esa ya no es mi familia, puede que compartamos sangre pero ya no me sentiría bien volviendo a aquel lugar.

- ¿Te quedarás?- Noya habló por fin, lo único que parecía importarle era si me quedaba con ellos o no.

- Nunca planeé irme, pero no puedo ser siempre fuerte, hay cosas que me duelen.

- No te pedimos que fueras fuerte, sólo queremos que confíes en nosotros tanto como nosotros confiamos en ti, para las buenas y para las malas.- Daichi estaba muy seguro de lo que decía.

- Además si tú estás triste, yo también estoy triste y no quiero estar triste.- Kageyama bebía su lechecita haciendo un leve puchero con su rostro.

- Eso es lo más icónico que he escuchado nunca.- Kuroo sonría de lado.

- Si me dais otra oportunidad, prometo que no os ocultaré nada ni os preocuparé más, pero me tendréis que seguir aguantando.- miré a Tanaka, quién sonreía.

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