capítulo 20: Ni una noche normal.

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Pov 3era persona.

La habitación del Karasuno estaba llena de gente igual que siempre, parecía un punto de encuentro para los tres equipos amigos. Akaashi y Tsikkishima hablaban de literatura y cine antiguo, Yamaguchi y Kenma jugaban videojuegos. Los tres capitanes estaban sentados en coro jugando al UNO y el resto de gente hacía un gran círculo jugando al póker apostando con caramelos masticables. Un teléfono tirado sobre una cama, empezó a sonar.

- Creo que es el tuyo Daichi.- Suga cogió el teléfono.

- ¿Sí? ¿Quién es?

- Es Ukai.- dijo el peli gris confundido.

- Ah, pues cógelo y ponlo en altavoz.- acto seguido así lo hizo Suga.

- ¿Ukai?

- Hola, chicos, sólo quería avisar de que voy a llegar más tarde porque ni Takeda ni Nekomata se quieren ir.

- Ah, bueno, no pasa nada.- Suga seguía confundido, su entrenador no solía avisar.

- También que Alex está allá y fatal, me dijo que se iba a tomar un baño y seguir bebiendo, tened cuidado con ella.- lo dijo entre hipo, él también estaba borracho.

- Vale, no te preocupes, pasadlo bien.- Suga no le dejó terminar al mayor y colgó. Se volvió a dar la vuelta para seguir con el juego.

- Qué circo se aproxima.- suspiró Tsukkishima subiéndose las gafas con el dedo.

- Ni una noche normal.- afirmó Asahi.

- Con Alex nada es normal.- asentía Daichi.

- Pues a mí me preocupa, se va a bañar borracha, a lo mejor se ahoga.- Bokuto miraba su puñado de cartas concentrado y mordiendo su lengua.

- Nunca la hemos visto ebria, no sabemos cómo se comportará.- Daichi plantó una carta con una sonrisa.- Coge tres cartas.

- Yo apuesto que hoy llora.- dijo Noya.

- Y yo que se cae por las escaleras y se parte la cabeza, otra vez.

- ¿Apostamos cinco?- Tanaka y Noya se dieron la mano.

- Va, va, dejadla en paz, seguro que no es para tanto.- Kuroo tomaba cinco cartas más por culpa de Bokuto.

En ese momento se deslizó la puerta fuerte dejando ver a una Alex al límite del cólico etílico pero firme. Estaba empapada como si sólo se hubiera salido de la bañera y se hubiera puesto esa toalla enrollada al cuerpo, que es totalmente lo que había pasado. Se empurró lo que le quedaba de tequila en la botella a palo seco y la dejó en el suelo de mala gana.

- Estoy harta.- hablaba apoyada en el marco de la puerta para no tambalearse, con su dedo índice levantado.- Estoy harta, de callarme. ¿Queréis que confíe en vosotros? Pues os voy a decir lo que me parecéis, pedazos de mierda.

Todos se quedan callados con una cara sin expresiones, menos Tsukki que intentaba esconder su rosto como podía.

- ¡Poste de luz! ¡Te estoy viendo! ¿Mides dos metros y pretendes esconderte? Deja de ser tan serio y egocéntrico por una vez ya, que de verdad te encanta hacerte el interesante y el maduro, pero cuando algo se te complica un poco lo abandonas como un niño de 5 años. Cara búho, tú eres igual, deja de preocupar a tus amigos, ¡joder! No te vas a morir porque un tiro te salga mal y deja de ser tan adorable que no llego a tocarte los mofletes.- empezó a caminar por la estancia.

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