XVIII

4 0 0
                                    


El punzante dolor en su cuello interrumpe su sueño provocandole una considerable incomodidad a causa de la posición en la que se encuentra, la cual no es para nada favorecedora para la céfalea que tienta con hacerle sufrir, consecutivamente recuerda la razón por la que yace ahí sentado y pretende buscar a Smith quien afortunadamente se encuentra aún a su lado con una pose aún menos benefactora para su bienestar.

- Smith.- Llama Louis con un quejido. Más sin embargo el hombre no reacciona en su totalidad.

- Smith.- Vuelve a llamar. Nuevamente es ignorado por la presencia de Smith, entonces recurre a tomarlo con fuerza y mecerlo para que despierte.

- Carajo Louis eres muy molesto.- Gruñe Smith con indicios de malestar. Oh si, es tedioso levantarse de esa manera.

- No tanto como dormir en el suelo.- Constesta Louis apoyandose de la pared para levantarse mediante lamentos cortos.

- No siento mi cuerpo, este es el final.- Menciona Smith dramaticamente. Louis rueda los ojos ante la exageración de su amigo.

Pasa por alto las quejas de Smith y entra al departamento cojeando levemente apoyandose sobre la mesonera de la cocina soltando un suspiro lentamente. Ordena sus pensamientos al corriente y sabe que tarde o temprano deberá dar explicaciones que en ese momento no tiene, pero que tendrá, aunque de cierta manera por impulsos del momento expuso gran parte de lo que planeaba, mal error.

Sigue reflexionando repetidamente pero es inevitable poseer concentración cuando las exclamaciones de smith son continuas y graciosas, honestamente prefiere a Smith bajo ese perfil a comparación de su estado insensato.

— LOOUIS, AYUDAME A LEVANTAR.— Exclama Smith tirado sobre la baldosa. Muerde su mejilla interna para evitar soltar una carcajada, entonces espera en silencio otro llamado.

— Me arrastraré por el suelo Louis.- Comenta Smith ante un intento de desplazamiento forzado. Espera unos cuantos segundos verificando que en verdad su compañero está propenso a hacerlo, pero enseguida escucha un golpe seco que provoca el movimiento sismico de la puerta corrediza.

Carajo, olvido de antemano que había cerrado la puerta. Con el rostro rojo a punto de explotar en risotadas se acerca hasta la puerta cristalina que permite ver la cabeza de smith contra el vidrio y no duda en reirse abiertamente. Realmente no sabe que le da más gracia pero le es imposible moverse a causa del calambre que ejerce su abdomen por la presión de su constante risa. Se deja caer contra la pared extendiendo sus piernas verticalmente pataleando levemente tratando de controlarse cesantemente, luego se seca las lágrimas invisibles que sobresalen de sus ojos y se da la vuelta para ponerse de pie y abrir de una vez por todas la puerta.

— Mírate.— Dice renaudando su risa,— tu— rie desenfrenadamente— rostro— concluye indefinidamente ganandose una mirada rayada por parte de Smith.

—  Ya verás! cucaracha movediza, ayudame a levantar—Ordena seriamente. Por consiguiente, Louis ofrece su mano como apoyo para que Smith logre levantarse.

— Qué tarado Louis, eres malvado.— Reprocha Smith estirando su cuerpo tenso.

— Heyy.— Responde Louis indignado,— Un gracias no estaría mal ¿sabes?.— Continua diciendo entrecerrando sus ojos.

— Deberías hacerte revisar hombre.— Manifiesta Smith ingresando al departamento con Louis pisandole los talones.

— Hay que ir a trabajar, ponte a hacer algo.— Comenta Smith.

— ¿De qué hablas?— Cuestiona Louis con la boca semiabierta.— Siempre lo hago.— Asegura firme persiguiendo a Smith, pero le pierde de vista cuando le cierra la puerta de su habitación en su cara.

Bengala L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora