𝗥𝗘𝗡𝗔𝗖𝗘𝗥 ੈ ʰᵃʳᶜᵒ.ᵈʳᵃʳʳʸ

Quinto cambio

La estadía en Hogwarts nunca había sido tan calmada, y eso era algo de preocupación. Sin embargo, de todos los años en los que Harry Potter había asistido, era el más extraño y sin acontecimientos o avisos de muerte.

Estaban en la biblioteca adelantando los deberes, aunque quienes lo hacían eran Hermione, Blaise y Draco, Pansy estaba acostada en el regazo del peliazul durmiendo, Ron se copiaba de las hojas de Zabini con palabras más cortas y Harry tenía los ojos cerrados sobre la madera.

—¿Te sientes bien?— preguntó Draco sin separar la vista del pergamino.

—Claro, sólo estoy algo cansado.

—¿Has dormido bien?— preguntó Hermione mirándolo por unos segundos con los ojos entrecerrados.

—No tanto, es por... el tema de Sirius.

Draco terminó de copiar la última línea "... conjuro Avis deriva de la palabra latina avis, que significa ave o pájaro." de su investigación sobre Encantamientos y dejó la pluma para mirar a Harry frente a él.

—Disculpa mi ignorancia, pero no entiendo que te preocupa— cruzó sus brazos sobre la mesa y Harry levantó la mirada —Tu padrino y su novio te quieren adoptar ¿No debería alegrarte?.

—Lo hace, en serio. Es que, joder— jaló su cabello con frustración.—Nunca he tenido alguien que se preocupe por mí, además de que en unos años seré mayor de edad y talvez- no soy buen hijo. ¿Cómo debería reaccionar?.

—Ay, Harry— Hermione cerró su libro y posó su mano en el hombro de su amigo.—No te preocupes por eso, ellos te quieren y no deberías mortificarte por cosas que no han pasado.

—Lo que dijo Hermione— Draco les sonrió.—Además, estoy seguro de que serás feliz con ellos. Parecen ser importantes para ti.

—Si, debería hacerlo— asintió Harry y los miró a ambos.—¿Qué tarea enviaron? No he hecho ninguna.

Hermione suspiró profundamente tratando de calmarse —¿Saben qué? Deberíamos visitar a Hagrid.

Ron la escuchó y estuvo de acuerdo con ella, se levantó de la silla guardando sus pergaminos desordenados en su mochila. Blaise lo observó separarse de su lado y se sintió un poco desilusionado.

—¿Podríamos ir con ustedes?— preguntó Zabini guardando sus cosas.

—Claro.

Draco recogió sus cosas y deslizó sus apuntes sobre la mesa, dejándolas frente a Harry y le guiñó un ojo —Me las devuelves mañana.

Harry lo miró agradecido, tomó las hojas con cuidado dejándolas en su mochila —Muchas gracias.

Draco sonrió sintiéndose orgulloso, se colgó su bolso y movió a Pansy de su regazo, quién se quejó por la interrupción de su sueño.