Adolescentes

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El estar en el último año de estudio podía ser considerado una bendición, es decir, ¡estabas a punto de terminar tus estudios, días de torturas y poder ser independiente!

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El estar en el último año de estudio podía ser considerado una bendición, es decir, ¡estabas a punto de terminar tus estudios, días de torturas y poder ser independiente!.

Maldición, el otro lado era la presión de estudiar, tener buenas notas y además, pensar en cual profesión te destacarías más en el futuro, sin mencionar que tenían que crecer. Asco.

—Draaagón.

—¿Sí?.

—Me quiero ir— dijo Harry con un puchero.

—Ya casi terminamos, cielo. Solo faltan Pociones y Encantamientos.

Draco no quitó su mirada del pergamino, ambos chicos se encontraban detrás de un estante en una mesa llena de libros que quedaba al fondo de la biblioteca. Casi invisibles, por decirlo de alguna forma.

Harry hizo un sonido afirmativo, mientras se levantaba de su silla y se sentaba en el muslo izquierdo del rubio. Draco rodeó su cadera y continuó escribiendo rápidamente sosteniendo la pluma en su otra mano.

Queriendo llamar la atención de su novio, el moreno besó su mejilla, siguiendo un camino por su quijada y cuello.

—Harry ¿qué planeas?.

—¿Yo? nada.

El rubio lo miró de reojo, Harry desató su corbata y abrió un poco su camisa revelando su clavícula, la cual lamió hasta llegar a su hombro y haciendo estremecer a Draco.

—Harry, por Merlín, estamos en la biblioteca.

—¿Eso me afecta?.

Sabiendo que no lo escucharía, Draco continuó con su trabajo el cual estaba a punto de terminar. Harry rodeó su nuca con su mano acariciando su cabello suavemente, besando su manzana de Adán y suspirando provocativamente en su oído.

Su mano tembló al sentir la rodilla de Harry rozar su entrepierna, soltó la pluma y acunó el rostro de su novio.

—Amor, apenas han pasado unos días desde que lo hicimos.

—Lo sé— el moreno hizo un puchero.—Pero yo a ti, ahora quiero que seas tú a mí.

—¿Desde cuándo eres un mimado?.

—Desde que tengo a alguien que me consienta, osea, a ti.

Harry le sonrió y Draco igual, acarició su cabello con suavidad para asentir mientras guardaba sus cosas. La verdad era que ambos chicos antes no tenían quien los mimara o consintiera en cualquier sentido, ahora, se consentían entre ellos.

—¿Y qué quiere mi novio?— le preguntó levantándose de la mesa y tomando su mano.

—A ti.

—Por Morgana, me vas a matar un día de estos.

—¿Yo a ti?— preguntó Harry caminando a su lado.—Más bien serás tú a mí, con tremendo paquete que te cargas.

𝗥𝗘𝗡𝗔𝗖𝗘𝗥 ੈ ʰᵃʳᶜᵒ.ᵈʳᵃʳʳʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora