𝗥𝗘𝗡𝗔𝗖𝗘𝗥 ੈ ʰᵃʳᶜᵒ.ᵈʳᵃʳʳʸ

Consecuencias

[ 1998. Wiltshire, Inglaterra ]

Esa noche oscura no era la mejor para Harry Potter, había activado accidentalmente la maldición de Voldemort al pronunciar su nombre y por eso, estaban siendo arrastrados hacia la Mansión Malfoy por carroñeros.

Greyback jaló del cabello al chico haciéndolo trastabillar en el camino, habían entrado a la Mansión al haber pasado la cerca y se encontraban en las puertas, Hermione parecía a punto de llorar de la angustia.

—¿Qué es ésto?— se oyó la voz de una mujer.

—¡Tenemos a Potter!— Greyback lo zarandeó con fuerza.

A través de sus ojos hinchados pudo observar a Narcissa Malfoy, su rostro era una máscara fría y no pudieron notar la preocupación en sus ojos grises.

—¿Y quién eres tú?.

Los carroñeros la miraron indignados, pero la mujer cruzó sus brazos con el ceño fruncido.

—Usted sabe quién soy, Fenrir Greyback.

—¡Venimos a ver al que-no-debe-ser-nombrado! ¡Éste es Potter!— intervino Scabior en un intento de acelerar todo y llamar a Voldemort.

—No se parece a Potter, pero tenemos a Weasley y Granger, siempre están juntos.

Narcissa los miró analizando sus posibilidades, eran muchos carroñeros para poder aturdirlos y dejar escapar a Potter, además, Draco parecía necesitar una prueba de que el pelinegro seguía con vida, aunque no lo dijera.

—Entren.

Harry y los otros fueron a golpes por los amplios escalones de piedra hasta llegar a un amplio salón de paredes oscuras, dónde colgaban retratos alineados y una lámpara de araña colgaba en el centro del techo. Habían sillas y sillones distribuidos en el lugar, Lucius los observó asombrado y compartió una mirada con su esposa, para luego mirar a su hijo en el sillón.

—¿Qué sucede?.

—Dicen que tienen a Potter, quieren entregarlo al Señor Oscuro.

Draco cerró el libro sobre la mesa y caminó hacia su mamá, su cabello estaba en su rubio natural de color rosado en las puntas y le llegaba hasta los hombros, su espalda era más ancha, era más alto y esbelto que la última vez que lo vió hace años. El traje negro hacia contraste con el moretón en su mejilla y el labio roto.

—¿Creen que Potter sería tan idiota para dejarse atrapar por unos alcohólicos?— arrastró las palabras mirando a los carroñeros mientras daba una calada a su cigarrillo.

Los leones en el lugar estaban estupefactos, ese Draco no se parecía en nada al Draco que habían conocido en sexto año. Incluso, después de haberse enterado que toda su amistad había sido una manera de ganar su confianza y delatarlos contra Voldemort.