𝗥𝗘𝗡𝗔𝗖𝗘𝗥 ੈ ʰᵃʳᶜᵒ.ᵈʳᵃʳʳʸ

Siempre

Harry se mostró reacio a seguir, así que Draco lo empujó abruptamente sobre la cama sentándose a horcajadas de él y atrapó sus labios en un beso devorador. Sus alientos calientes se mezclaron y sus latidos se sincronizaron a un ritmo atroz.

Draco no sabía muy bien que hacer, su cuerpo estaba acelerado y tembloroso por las nuevas sensaciones abrumadoras que experimentaba por primera vez.

Sus manos se posaron sobre los pectorales de Harry y se pasearon por sus abdominales, estaba hipnotizado por el cuerpo de su novio. Practicaba quidditch en sus tiempos libres y apoyaba al equipo de Gryffindor en sus partidos. Era muy sexy y encantador a la vez.

Acarició con sus dedos los costados hasta los hombros sonriendo de satisfacción al sentir como la piel se erizaba.

—¿Qué te sucedió aquí?— señaló en la unión de ambas clavículas dónde brillaba una blanquecina silueta circular.

—El guardapelo de Salazar Slytherin— respondió algo agitado.—Cuando buscábamos los Horrocruxes y Ron nos dejó porque pensó que Blaise quería a Hermione, yo conseguí la espada de Gryffindor en un lago y cuando la quería tomar, el guardapelo estaba ahorcándome y se quedó plasmado en mi pecho.

—¿Cómo pudiste salir?.

—Ron volvió, me sacó a mi y la espada del lago.

—Algo por que agradecerle a la zanahoria.

Retiró sus lentes y besó su cicatriz, siguiendo un camino por su cuello y luego besando todo el rostro de Harry, besando con cariño sus mejillas, frente y boca haciendo reír al moreno.

Harry acarició los muslos del rubio hasta su espalda dejando sus manos sobre los omóplatos, arañando suavemente la columna hacia estremecer a Draco.

—Okey, eso se sintió bien— dijo el rubio sonrojado.

—¿Y esto?— murmuró con una sonrisa mientras arañaba sus muslos sobre la tela.

Draco se estremeció sobre su regazo algo avergonzado.—Mierda, si.

Harry lo miró con las pupilas dilatadas, empujándolo sobre la cama y atacando sus labios en un segundo, Draco se sorprendió pero aún así abrió su boca correspondiendo el beso y rodeando su cadera con sus piernas.

El moreno tanteó sus caderas y desabotonó el pantalón del rubio, retirándolo en su totalidad exponiendo las piernas tersas de su novio, quitando sus zapatos y calcetines para admirar por completo a Draco.

—Eres una jodida obra de arte— murmuró Harry.

Acarició sus piernas con veneración y apretó los muslos internos, besándolos y mordiéndolos por una repentina necesidad. Observó atentamente como la espalda de Draco se curvó unos centímetros hacia adelante y jadeaba sorprendido.

—También te quiero desnudo.

Harry vió con expectación como su novio le sacaba el pantalón junto con los zapatos, para luego gatear hasta quedar encima de él y quedará con la espalda sobre la cama.