Pijamada

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Estábamos en la clase de Artes haciendo nuestros autorretratos.

Por instinto volteé a ver a Elena quien se había retratado en el cementerio.

Ella no nos hablaba por lo de ayer y la entiendo, yo también me habría enojado.

Sonó la chicharra y volvimos a casa.

Más tarde decidimos buscar a Elena a su casa para arreglar las cosas pero no estaba, así que decidimos esperarla.

No llegaba y comencé a preocuparme.

Cuando de repente llegó corriendo alterada y con lágrimas en los ojos.

Me tranquilizó que llegara pero no así.

- Elena, por fin llegas!, te esperamos años! - dijo Silvania

- Necesitamos que nos escuches! - dije.

Comenzó a abrir la puerta sin siquiera mirarnos.

- Pueden largarse! no quiero hablar con ustedes! - se giró por fin viéndonos a los ojos.

- Estoy sorda saben, soy una lisiada hablen con sus nuevos amigos Misi, Benny y Kila! al menos ellos escuchan! - continuó exaltada y cerró la puerta de un fuerte portazo.

Silvania y yo nos miramos confundidas, no entendíamos que era lo que pasaba.

- Ahhh - soltó Silvania desesperada.

- Elena, no dijimos tu secreto ¿por qué lo haríamos? - me limite a decir.

- Yo qué se! por qué son tan tontas como los demás! - se asomó por la puerta - lárguense! es una pena que no sea ciega también para no ver sus estúpidas caras de nuevo! - y volvió a cerrar la puerta de un portazo.

Escuchamos unos pasos, era el idiota de Benny con sus amigos.

- Y cómo está su amiga discapacitada?  - preguntó Benny en tono burlón con sus amigos atrás riéndose.

Silvania y yo nos miramos con complicidad y nos dirigimos hacia ellos.

Agarré a Benny del cuello y lo levante.

- Qué? - dijo casi sin habla.

Silvania fue a tocar el timbre, Elena salió y miro hacía arriba.

- Nunca lo haremos de nuevo! - gritó Benny desde un árbol.

- Lo sentimos! - gritó Misimouse desde el mismo árbol.

- Fue totalmente nuestra culpa! La Paz por favor! - gritó el otro chico.

- Enserio lo sentimos! - gritaron arrepentidos.

- Perdón! Ya bájennos de aquí! - continuaron gritando.

- Lo ves?, no te traicionamos - dije.

- Esos idiotas nos escucharon - miró hacia arriba - además comparada con nosotras no eres tan rara, no escuchas bien ¿y qué?- le explicó Silvania.

- Elena eres nuestra amiga y jamás te haríamos eso - la miré con sinceridad.

- Está bien, las perdono pero con una condición - dijo ya más tranquila.

- Dinos - Silvania y yo dijimos al mismo tiempo.

- Que hagamos una pijamada! - dijo con una sonrisa en la cara.

- Hecho - contestamos sonriendo.

Luego de eso nos golpeamos en la frente con nuestros puños y reímos dirigiéndonos a nuestra casa.

Tan pronto llegamos subimos a nuestra habitación y vimos una película romántica a petición de mi hermana.

La película trataba de un chico vampiro que se enamora de una humana pero al final no se quedan juntos por qué la sociedad no aprueba su amor.

- Me parece tan tonto, si en realidad se quieren cuál es el maldito problema? - dijo Silvania con enojo.

- Bueno, y ahora qué hacemos? - pregunté.

- Y si nos maquillamos?- propuso Elena.

- Me parece bien!, voy por las brochas y las sombras - dijo Silvania con entusiasmo a buscar su maquillaje.

- Ahhh - suspiré no muy convencida pues no me gustaba la idea de maquillarme.

Volvió con dos paletas de sombras, dos espejos y un bote con brochas.

- Ahora si, a maquillarnos! - dijo sonriente - Elena tú maquillas a Daka y ella te maquilla a ti, yo me maquillaré sola.

Comenzó a maquillarse y Elena se giró hacia mi.

- Que color quieres? - abrió la paleta de sombras con una brocha en la otra mano.

- Negro - contesté acostada en el suelo.

- Okey - le puso sombra negra a la brocha y se subió encima de mi, cosa que no esperaba y me provocó un leve sonrojo.

Silvania nos miraba confundida.

Agarró mi cara y comenzó a hacer suaves movimientos circulares con la brocha en mis dos párpados esparciendo la sombra negra.

Me relaje ante su tacto y la delicadeza con la que me maquillaba, que por poco y me quedaba dormida.

Por alguna razón no quería que terminara de maquillarme, también aproveché que estaba encima de mi y la analice más a detalle.

Pude apreciar sus ojos verdes claro, sus cejas delgadas levemente arqueadas, su piel pálida como la nieve y sus labios rosados.

Su cara era fina, parecía un Angel

En verdad era muy bonita.

Hicimos contacto visual, me puse nerviosa y miré hacia otro lado.

Ella simplemente río.

Luego de unos minutos terminó de maquillarme y se bajo de mi.

- Listo ya termine! - me pasó un espejo.

Me mire al espejo y recordé que no me podía ver con exactitud, pero quedé bien.

- ¿Qué te pareció? - preguntó sonriendo.

- Te quedó bien, qué color quieres? - ahora preguntaba yo.

- Mmm rosa! - sonrío.

La agarre del rostro y con una brocha comencé a hacer movimientos circulares en sus párpados, la verdad no sabía cómo maquillar pero quedó muy decente.

Noté como de ves en cuando me miraba. Y de vez en cuando miraba mis labios.

Cosa que no entendía, yo no era bonita como ella ¿por qué me miraría tanto?

Termine y le pase el espejo para que viera cómo quedó.








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Hey you | Daka & Elena Donde viven las historias. Descúbrelo ahora