Confesión

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A la mañana siguiente Elena dibujaba esperando a que las clases comenzaran.

Cuando llegaron Dakaria y Silvania.

Elena siguió dibujando pues no quería ver a Daka a los ojos luego de la conclusión a la que había llegado ayer, le daba algo de pena.

Pero para su mala suerte la peli negra se había adelantado.

- Hola - saludó la peli negra sonriendo.

- Hola - Elena devolvió el saludo sin apartar la mirada de su dibujo.

- Qué haces? - preguntó.

- Dibujo - contestó.

- Qué dibujas? - preguntó curiosa.

- El cementerio - seguía sin mirarla. 

- El cementerio? - preguntó sorprendida.

- Si, es mi lugar favorito - afirmó con una sonrisa mirándola al fin.

- Sensatoifuxi, por qué es tu lugar favorito? - le gustaba la idea de que le gustara el cementerio.

- Ahí voy a leer, es un lugar tranquilo y es muy bonito - volvió la mirada a su dibujo.

No podía creer que a Elena le gustara el cementerio, pero se puso feliz había encontrado a alguien con quien ir a lo más cercano que tenía a Transilvania.

- Deberíamos ir algún día... - insinuó Dakaria con un leve sonrojo.

- Claro, tú dime qué día - contestó Elena sonrojada y continuó con su dibujo dándole los últimos detalles.

- Si - contestó aún sonrojada.

Silvania quien se encontraba sentada le hizo señas a Daka para que ya se fuera a sentar. 

Dakaria asintió con la cabeza rodando los ojos y fue a sentarse.

La maestra llegó unos minutos después y las clases transcurrieron con normalidad.

Dakaria estaba decidida, hoy por la tarde le diría la verdad a Elena.

Quería decirle todo de una buena vez por todas, estaba desesperada ya no podía seguir manteniendo el secreto que tanto la agobiaba desde su llegada a Alemania.

                                       (...)

En la hora de la salida Daka guardaba sus cosas con rapidez intentando alcanzar a Elena quien había salido del salón desde hace rato.

Corrió lo más rápido posible por todo el patio intentando alcanzarla, se le quedaron viendo raro, pero eso no le importaba.

- Elena! por fin te alcanzo - dijo respirando agitadamente y poniendo una mano en el hombro de la rubia.

- Qué pasa? - preguntó confundida pues la peli negra la había tomado por sorpresa. 

- Tenemos que hablar... - dijo aún agitada, pues había corrido demasiado.

- Claro, de que? - preguntó más tranquila.

Hey you | Daka & Elena Donde viven las historias. Descúbrelo ahora