Hey you | Daka & Elena

"Enamorada de un vampiro"

Mientras tanto la menor se encontraba esperando a su hermana dentro del recinto y estaba lo que le seguía de preocupada ya que la peli negra no llegaba y el lugar ya estaba completamente vacío.

- Que sigues haciendo aquí?, el concierto terminó! ¡regresa a tu tumba! ¡rápido! - gritó Hantor exaltado.

- Ahh...estoy esperando a mi hermana, ella está con Murdo - contestó Silvania nerviosa jugando con los anillos de su mano.

- Con Murdo? - Hantor bebió de la copa de sangre que tenía en la mano antes aventarla - ja! eso tomará un poco más de tiempo - contestó con burla.

- Y cómo lo sabes? - preguntó temerosa pues se imaginaba lo peor.

- Debo saberlo! soy Hantor el representante, sé todo sobre mis protegidos T-O-D-O-S L-O-S D-E-T-A-L-L-E-S.

Hizo énfasis en lo último asustando más a la rubia.

- Oye tú me recuerdas a alguien...cómo te llamas? - preguntó más relajado.

- Silvania - contestó incómoda.

- Silvania... - repitió para sí mismo - Silvania que??!! - gritó nuevamente.

- Silvania Tepes... - se limitó a contestar.

- Tepes? - la menor asintió con la cabeza - Tepes como Elvira Tepes? - volvió a cuestionar.

- Si, ella es mi madre - comenzó a acercarse más a la rubia.

- Y tu padre es Mihai Tepes? - preguntó con una sonrisa fingida en la cara y dando vueltas alrededor de Silvania.

- Si? - contestó.

De verdad le estaba dando miedo ese extraño sujeto.

- Por el colerox...Elvira y Mihai Tepes! - se detuvo y abrió los brazos dejándolos caer, ya se le hacía conocido ese apellido.

Flash Back

- Elvira me pertenece! yo la encontré primero!!, esos ojos brillantes y esa suave piel, la suave arteria pulsando en su ceja. Cuerpo y sangre, Elvira es la perfecta sirvienta vampira, mi sirvienta! por los siguientes 1000 años - reclamó Hantor bastante enojado.

- Lo lamento Hantor, tendrás que encontrar otra sirvienta. Elvira y yo qué puedo decir? los humanos lo llaman "amor a primera vista"- contestó Mihai con seguridad.

Fin del flashback

- Jaja y tú hermana está coqueteando con Murdo? - preguntó burlón.

- Yo...tengo que irme, axio! - Silvania salió corriendo.

- Que obscura coincidencia, la hija de Mihai Tepes... - dijo para sí mismo.

                                       (...)

Ludo estaba durmiendo profundamente cuando de repente tuvo una visión.

Podía ver a un extraño sujeto en un bosque diciendo unas oraciones bastante raras también escuchó a Daka gritando y pidiendo ayuda.