Acampamento parte 2

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Por fin había llegado el momento de reunirnos para acampar, Silvania y yo alistábamos nuestras cosas para dirigirnos al lugar en donde habíamos quedado de vernos.

- Listo, ya tengo mi mochila lista y tú Daka? - me preguntó Silvania apurada.

- Si, ya la termine ahora si vámonos - me coloqué mi mochila ya lista para salir.

Salimos de casa y caminamos hasta llegar a nuestro destino que afortunadamente nos quedaba relativamente cerca de casa; era un Lago que tenía un mini puente de madera para sentarse y pasto alrededor con bastante flora y fauna.

Una vez llegando Elena se aventó hacia mi y me abrazo de koala.

Inmediatamente una sonrisa se formó en mi rostro y la cargué.

Mientras tanto Silvania saludó a Jacob de beso en la mejilla ya que le daba un poco de pena darle un beso en la boca frente a todos nosotros.

En un rato más llegó Ludo, se le había hecho un poco tarde por que había tenido mucho trabajo en la tienda de su abuelo.

- Disculpen el retraso, es que de repente llegaron muchos clientes a la tienda y tuve que atenderlos a todos - explicó apenado.

- No te preocupes, lo que importa ahora es que estás aquí - dijo Silvania tratando de alivianarlo.

Jacob había puesto la tienda de campaña, y ya era tarde por lo que acomodamos todas nuestras cosas y dormimos.

A la mañana siguiente Silvania y Jacob se levantaron temprano y fueron a sentarse a platicar en el mini puente de madera que daba con el lago, remojando sus pies.

- Jacob hay...hay algo que debo decirte - soltó.

- Si - la miró atento.

- Yo...soy mitad vampiro - confesó.

Jacob la miró confundido pues no se esperaba esa confesión de parte de Silvania.

- Mi papá es un vampiro y mi mamá es humana por eso soy tan sensible al sol, pero no bebo sangre! No lo necesito solo soy mitad vampiro y puedo volar...puedo llevarte parece una locura ¿no? - preguntó nerviosa.

Elena, Ludo y yo nos asomamos y miramos atentos desde la casita de campaña.

Jacob seguía confundido, no lo podía creer.

No era usual que de repente tu novia te dijera que tenía un papá vampiro y que su mamá era humana.

Hubo un mini silencio que Silvania inmediatamente rompió.

- Y..? - lo miró fijamente esperando su respuesta.

El castaño tenía el ceño fruncido hasta que por fin habló.

- Lástima- soltó haciendo una pausa - temo volar - dijo.

Silvania ya se había preocupado pero al escucharlo decir eso sonrió y le dio un leve empujón.

Ambos rieron.

- No importa, podemos volar bajo - dijo con una sonrisa de oreja a oreja mirando hacia el lago.

Jacob no dejaba de mirarla pero ahora con una leve sonrisa.

- Eres realmente especial - dijo tiernamente.

Silvania sonrió sin mostrar sus dientes.

- Gracias, tú también - devolvió.

Ambos se miraron y por fin se besaron.

Nosotros que seguíamos viendo todo festejamos sonrientes, Elena y yo nos miramos y Ludo nos miró con una sonrisa.

El sabía que ambas relaciones estaban destinadas a ser y se sentía feliz por sus amigos.

Ambos se pararon de donde estaban sentados y llegaron mis padres en bicicleta con bastante comida como para hacer un gran picnic.

- Yujuu! Niños holaa! - gritó mamá desde la bicicleta saludándonos a todos con la mano.

- Mamá, papá! - Silvania corrió a saludarlos.

- Hola cariño - saludó papá abrazándola.

Elena y yo no nos quedamos atrás y también fuimos corriendo a saludar junto con Ludo.

- Hola, ¿todo bien contigo? - me dijo papá - ¿Quienes faltan? - preguntó.

- Señorita holaaa - saludó a Elena quien sonrió.

- Un gusto señor Tepes - estrecho su mano con su mi padre a modo de saludo.

- Es un gusto tener esta bienvenida! - exclamó mamá sonriente abrazándonos a ambas.

- Espero que les guste trajimos muchas cosas! - dijo.

Más tarde todos nos encontrábamos sentados frente a una fogata quemando salchichas.

- Asegúrate de que estén bien cocidas - aconsejó Ludo a mi papá.

- Si - contestó este despreocupado.

- Jugo de manzana? - ofreció mamá.

- La mía se está quemando, rayos! - comentó mi papá.

- Ya debería estar lista - dijo Elena.

- Cariño tú también? - preguntó mamá a Silvania.

- Si - contestó.

- Cómo quedó? - preguntó Jacob.

- Todo está delicioso - afirmó mi mamá.

- Ya están listas las salchichas - dijo Elena.

- Alguien más quiere pan? - ofreció nuevamente mamá.

Yo comía mientras observaba todo a detalle desde Silvania abriendo su relicario, Ludo tratando de cocer su salchicha sin quemarla, mis padres felices y enamorados, hasta a Elena riendo.

Sin  duda esa era mi imagen favorita, me sentía afortunada de estar con ellos y compartir un lindo momento en este lugar con las personas que más quería, mis amigos, mi novia y mi familia.

Estaba muy feliz.

- No pongas flores en su cabello - le dije a mi mamá quien le ponía flores en el cabello a Elena.

- Daka tú pintaste corazones en tus uñas, haré trenzas en el cabello de Elena - me contestó burlona.

Elena sonrió por aquella hermosa imagen mental de su novia pintándose corazones en las uñas y por haber interactuado bastante con su suegra.

Cuando mamá se fue le sacudí el pelo a Elena, la agarré de las mejillas y le dí un pico en los labios.

Haciéndola sonrojar al instante.

Por la noche pusimos música y nos quedamos bailando.

Hey you | Daka & Elena Donde viven las historias. Descúbrelo ahora