Tu mirada en mi [Libro 1] ✔️

C A P I T U L O 48

Especial por los Billboards:

El día de hoy me levanté temprano a  preparar todo para la fiesta de hoy. Mis padres decidieron hacerla en la casa, ya que segun ellos, solo serán los parientes más "cercanos."

Como si eso se pudiera.

Siempre aparece alguien que no es invitado.

Me hice el desayuno y mientras mi madre estaba afuera poniendo la decoración, yo estaba barriendo la sala.

—¿Estas barriendo?— Preguntó mi madre mientras traía una caja en sus manos.

—No, estoy bailando salsa con la escoba.— Contesté sarcástica.

Desde ayer estoy de malhumor.

Y cuando estoy de malhumor soy más sarcástica de lo normal.

—A ver.— Puso las cajas en el piso.— ¿Que tienes? Se supone que estés feliz, hoy es tu segunda fiesta de cumpleaños. ¿Estas así porque Tae te dijo que no vendría?

—Si vendrá, mah'.

—¿Entonces? ¿Que tienes?

¿Como le digo a mi madre que mi padre recibió la llamada de una de mis amigas?

A las 3 de la mañana.

Yo lo tomé raro pero al mismo tiempo no le di importancia. Pero mi madre....... No se cómo mi madre se lo vaya a tomar.

Ella es su esposa y no se qué pasaría por su mente.

—Ayer papá me dijo que cumplirá el deseo que pido todos los años.— Dije cambiando un poco el tema.— ¿Sabes a que se refirió?

—Mi madre frunció el ceño.— No. ¿Que pides todos los años?

—Reí levemente.— Pido muchas cosas. Pero........ En cada cumpleaños pido un deseo en específico. Nunca se lo he dicho a nadie porque no se cumpliría, pero me está raro que mi padre sepa cuál es.

—¿Me lo puedes decir?

¿Deberías?

Se lo diré, total, ya me rendí.

—Que mi familia esté completa.

******

Los familiares comenzaron a llegar. Todos se pusieron súper contentos de verme. También cuando se veían se abrazaban mutuamente.

Me alegra que mi familia de Puerto Rico y Colombia se lleven bien.

Llegó la hora de recibir a los primos.

Y no hablo de los de mi misma edad.

Si no, los mayores. Los que me quieren como una hermana menor y me sobre protegen.

—Escuché que tienes un noviecito por ahí. Ten mucho cuidadito.

Ya valimos madres.

Comencé a reír nerviosa.

A decir verdad, me llevo mejor con ellos que con mis primas.

—¿Lo invitaste pa ca'?— Asentí.— ¿No es el mismo cabron de la otra vez? ¿Verdad?

—Negué.— No lo digas ni de relajo.

—¿Es un parcero?— Preguntó mi primo colombiano.

—No, no es Colombiano, Kevin.

—¿Es uno de acá?— Preguntó mi primo boricua. Yo negué.— ¿Y de donde puñeta es?