Tu mirada en mi [Libro 1] ✔️

C A P I T U L O 29

Hubo un silencio total al Tae decir eso.

Tae y Nam se miraban fijamente sin parpadear. Yo estaba en medio de los dos algo nerviosa.

No quería que pelearan y mucho menos por mi. Miré a Grisma y a Nade en busca de ayuda, pero ellas al igual que yo, estaban sin palabras.

—Yo me quedaré hoy.— Habló Tae.

—No, yo me quedaré hoy.

—¡Ninguno se quedará!— Habló Jin.—Jungkook se quedará hoy con ella. — Tae y Nam fulminaron a Jin con la mirada.— Y no los quiero escuchar.

—Pero yo soy el líder.— Se quejó Nam.

—Y yo el mayor, así que te callas.— Los señaló a los dos.— Ambos se callan. Hoy se quedará Jungkook, mañana Jimin, después V, luego se quedará Suga, luego se quedará J-hope ya que ese día grabaremos Mic Drop y saldremos tarde, así no estará sola. Luego me quedaré yo y por último, Namjoon.

—¿¡Por que soy el último!?

—Porque el capitán es el último en todo, y nosotros somos los pasajeros. ¡Así que te callas!

—Chicos, no tienen que hacer esto. Adonis está aquí y.....

—No está demás que nos turnemos para cuidarte.— Dijo Suga.

Quiero proteger a los chicos. Les conté este asunto pero no para que se involucraran en el. No quiero que Oscar se vuelva loco y les haga daño a alguno de ellos.

Ya nada hará que ellos cambien de opinión.

******

Hice una pirueta y al caer en el suelo terminé haciendo un split.

—¡Bravo! ¡Magnifico!— Dijo mi manager mientras aplaudía.— Estamos listos para grabar mañana.

¡¿MAÑANA?!

—Ya tenemos el lugar. T/N, tienes que estar a las 11:00 de la mañana para aprovechar el sol del medio día.— Dijo uno del personal.

Bueno, al menos tengo que faltar a la Universidad.

Otra vez es tarde. Son las 1 de la mañana y estoy cansada, no tuve tiempo de estudiar hoy.

Le dije a Jungkook que se quedara en casa a lo que yo llegaba de mis ensayos pero el simplemente se negó y terminó viniendo. Me siento apenada, ya que lo veo algo cansado, el también ha estado trabajando y no ha podido dormir bien.

—¿Ya nos podemos ir?— Pregunté.— Necesito estudiar y los demás tienen que descansar.

—Ya se pueden ir. Pero descansen para mañana.

Como si yo pudiera.

Tomé mi mochila y caminé hacia Kookie, el cual estaba sentando en una esquina jugando en su celular. Al detenerme frente a él, levantó la mirada y se levantó de su lugar mientras sacudía su pantalón.

—Ya nos podemos ir.

—¿Estas cansada?— Me regaló una sonrisa.

—¿Tú lo estás?

—Un poco.— Pasó su brazo por mis hombros para comenzar a caminar. Yo pasé mi brazo por su cintura.