Tu mirada en mi [Libro 1] ✔️

C A P I T U L O 37

—T/N..... Tú hermano es......

Se escuchó un leve disparo a la distancia. Las personas que estaban cerca de nosotros se tiraron al piso mientras se cubrían. Miré a Rances asustada y él me miraba de la misma manera. Bajé la vista a su pecho,  el cual sangraba. Luego subí la vista para mirarlo directamente a los ojos y comenzó a escupir sangre de la boca. 

Ahí nos dimos cuenta de que él disparó lo recibió el y no nos habíamos dado cuenta por el susto.

El cuerpo de Rances se desplomó hacia mi dirección haciendo que consigo cayera el sobre.

Lo sostuve de mis temblorosos brazos mientras que comenzaba a llorar del miedo. Varias personas intentaron acercarse a mi para ayudarme pero se escuchó otro disparo esta vez más fuerte y más cerca haciendo que todos volvieran a tirarse en el piso. Después de eso, se logró escuchar una camioneta, esta era de color negro. Habían tres hombres adentro, uno de ellos fue el que disparó. En un movimiento rápido, Adonis comenzó a tirar de la cadena para tratar de liberarme del cuerpo de Rances, el cual todavía seguía vivo.

—C-corre.— Dijo mi manager en un susurro.— C-corre, T/N.

—N-no t-te dejaré.

—Corre, T/N.— Repitió.— T-te quieren a-a ti.

Adonis comenzó a jalar de la cadena, ya que un hombre se había bajado de la camioneta y se dirigía hacia nosotros.

Estaba en estado de shock, me quedé ahí estática mirando al hombre caminar hacia nosotros. Cuando ya estaba cerca de mi, sacó su pistola y me apuntó con ella. Inmediatamente Adonis reaccionó y se abalanzó a él para morderlo por todos lados. La cadena de Adonis se soltó de mi mano.

El hombre comenzó a gritar adolorido por las mordeduras que mi perro le estaba haciendo por todo su cuerpo.

Y cuando digo que todo el cuerpo, es realmente todo el cuerpo, incluyendo la cara.

Adonis realmente estaba furioso.

Eran tantas las mordeduras que el hombre soltó la pistola haciendo que cayera lejos de nosotros.

Más hombres salieron de la camioneta para dirigirse a nosotros. Adonis se bajó del cuerpo del hombre, tomé la cadena de él para comenzar a correr y que yo también corriera lejos del cuerpo de Rances.

Cuando estaba lejos del parque, Adonis me comenzó a dirigir a otro lugar que no fuera nuestra casa. Era obvio, pues los hombres sabrían en donde vivo y no estaría segura.