Tu mirada en mi [Libro 1] ✔️

C A P I T U L O 93

No pude hacerlo. No pude fingir que todo estaba bien.

Esa noche me derrumbé en el escenario. Sentía como todo mi pecho ardía de dolor y sufrimiento.

Lo peor de todo era que conocía esa sensación perfectamente. La última vez que la sentí fue cuando me dieron la noticia de que mi abuelita había fallecido y yo no pude estar ahí.

La historia se está repitiendo de nuevo.

Corría por los pasillos del hospital. El equipo de seguridad estaba conmigo y con los chicos. Grismarie nos dijo que trasladaron a T/N en helicóptero hacia un hospital.

Jimin se derrumbó cuando Grismarie le dijo lo que había pasado. Soltó un gran grito que jamás había escuchado. Los chicos tampoco podían creerlo.

Nuestra traductora habló con una de las enfermeras. En este momento yo no podía hablar, aún seguía en shock por lo que había pasado. Mis lágrimas no dejaban de deslizarse por mis mejillas.

Solo quiero que me digan que ella no...

No. No lo acepto.

Un hombre mayor se acercó a nosotros. Traía una bata blanca y caminaba rápidamente hacia nosotros.

—¿Familiares de T/N?

Jimin se acercó rápidamente hacia el doctor.

—Soy su hermano.— Jimin tenía sus mejillas rojas y húmedas, al igual que sus ojos.— ¿C-Como está mi hermana?

El doctor soltó un suspiro. Miró hacia el piso, como si estuviera pensando que decir. Nos miró a cada uno de nosotros.

No...

—Está muy grave...—Pronunció con cuidado.— Necesita cirugía, está muy lastimada.

—Lo que sea.— Me acerqué a ellos. El doctor me miró con atención.— Lo que sea por ella.

—¿Y usted es....?

Sé que la información de los pacientes solo se le dan a los familiares. Así que, sin pensarlo dos veces, dije lo siguiente:

—Su esposo...—Jimin me miró de reojo.— Soy su esposo...

El doctor miró a Jimin y este asintió.

—Su esposa necesita la cirugía urgente... La están preparando en estos momentos, pero se necesita de la autorización de los familiares.

—¿En donde tenemos que firmar?— Preguntó Jimin.

—Aquí.— El doctor le entregó un papel a Jimin para que lo firmara. Él no lo leyó, solo lo firmó, no le importaba nada. Solo que su hermana estuviera bien.— La cirugía es muy costosa y...

—El dinero no es impedimento.— Hablé.— Haga lo que tenga que hacer.

Jimin le devolvió los papeles al doctor para que comenzaran con la cirugía.

Antes de que el doctor se fuera, yo pregunté:

—Doctor...—Él se dio media vuelta para mirarme.— ¿Ella se salvará?

Él se quedó callado. Todos lo miramos con atención. Su expresión cambió a una de solidaridad.

—El accidente de T/N fue bastante dañino...—Comenzó a hablar con cuidado.— ....Ella está muy delicada... Por lo que es muy poco probable de que sobreviva a la cirugía...

No.... Por favor, Dios.... No....

—Lo siento mucho...

El doctor se dio media vuelta y desapareció por las grandes puertas que lo dirigirán a la cirugía de mi novia.