Tu mirada en mi [Libro 1] ✔️

C A P I T U L O 53

Nota de la autora:

Vi que en el capítulo anterior estuvieron sufriendo mucho. Recuerden que todavía hay cabos sueltos y que faltan cosas por descubrir.

Así que no se me desanimen, no soy tan mala como creen. (Tengo maldad en mi alma pero no es para tanto.)

Les aseguro que me van a amar. Solo esperen unos capítulos mas, les aseguro que los resultados los amarán.

Por otro lado, quiero agradecerles todo el amor que le han dado a esta historia. No saben lo mucho que me divierto leyendo sus comentarios. Me alegra saber que les guste tanto la historia, no pensé que fuera así.

Sin más preámbulos comencemos.

.......

Muchos hemos pensando y creído que a las personas buenas la vida les trae un premio.

Pensé que por ser buena persona la vida me regresaría cosas buenas.

Pero no es así.

Desearía saber que he echo mal para que la vida me dé tantos golpes como este. ¿Hice sentir mal a alguien? ¿Herí a una persona? Porque si es así me gustaría saber a quien para arreglarlo.

Siento que he sufrido demasiado toda mi vida, no entiendo el porque no puedo ser feliz.

Ahora no lo puedo ser con la persona que amo.

—Amor...... ¿Que tienes, princesa?— Tae tocó mi frente.— Tienes mucha fiebre.

Abrí mis ojos lentamente. ¿En donde estoy? Miré a mi al rededor y me encontraba en mi cuarto.

¿Qué pasó?

—Me duele mucho la cabeza.

—¿Que te pasó? Alondra me llamó angustiada diciéndome que te habías desmayado.— Acarició mi mejilla.— ¿Estabas llorando?— Me quedé callada sin decirle nada.— Ay, mi princesa.......

Se acercó a mi para darme un beso pero giré mi cara.

No puedo besarte. Ya no más.

—Tae no, te puedes enfermar tú también.— Me excusé.

—Un beso no me va a pegar la fiebre.

Sin decir nada más, se acercó a mi para dejarme un corto beso en los labios. Cuando se separó para mirarme tiernamente hice un esfuerzo para no llorar.

¿Por que me haces esto tan difícil?

Quiero alejarme de ti pero tú no me dejas.

La puerta de mi cuarto se abrió dejando ver a mi manager. Estaba molesto y tenía los brazos cruzados. Se acercó a nosotros con el ceño fruncido.

—¿Se puede saber por qué estás aquí? Trabajas por si no lo sabes.

—Me desmayé cuando llegué a aquí.— Me defendí.— De verdad me siento muy mal, Leo.....

—A mi no me importa si te sientes mal o no. Vas a trabajar.

Cuando se inclinó para tomarme del brazo y sacarme de la cama, Tae lo detuvo y lo miró seriamente.

—T/N ha trabajado lo suficientemente. ¿Ni enferma puede descansar?

—No, no debe.