C A P I T U L O 96

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Los doctores nos miraron y en ese momento supimos que no había nada más que hacer.

Ella se había ido.

Se había ido para siempre...

Caminé lentamente hacia el cuerpo de mi novia. Los doctores y enfermeras me dieron el espacio para poder acércame a ella.

Cuando estuve frente a ella, pude ver que estaba completamente pálida. Ya no tenía sus mejillas rosadas y tampoco sus labios. Toqué su frente y estaba completamente fría.

Mis lágrimas cayeron y se deslizaron por sus mejillas, justo debajo de sus ojos. Me incliné y le dejé un beso en la frente mientras lloraba en silencio.

Los doctores y enfermeras salieron del cuarto. Mientras que sentí como otras personas entraban a la habitación. Sabían que eran los chicos, pero en este momento no me importaba nada.

Puse mi mano detrás de la cabeza de T/N y pasé otra por encima de su pecho para pegarla a mi y abrazarla.

—No...—Escuché como pronunció la mejor amiga de mi novia.— ¡Dime que no es cierto! Nam... Por favor... Dime que solo está dormida.

Namjoon no contestó, no sabía que decirle.

—Cariño...

—No... ¡ELLA NO!— Su voz salió quebrada.— ¡POR FAVOR! P-por.. p-por favor...

Grismarie comenzó a llorar desconsoladamente. Namjoon la tuvo que sostener porque se podía derrumbar en cualquier momento.

Los chicos intentaron acercarse al cuerpo de mi novia, pero yo no lo permití.

—¡No se le acerquen!— Grité. Ellos se sobresaltaron y dieron unos pasos atrás. Yo sostenía su cuerpo entre mis brazos.— No la toquen.— Acaricié su pelo.— ¿Mi amor, p-por que te fuiste?

Le había prometido a su papá que la cuidaría. Le había prometido que nunca dejaría que le pasara algo malo.

Observaba como mi novia conversaba a con sus primos. La realidad es que se llevaba muy bien con ellos. Desde que llegué, sus primas no me han quitado la mirada de encima, lo cual no me importa. Ninguna mujer se compara a mi T/N.

Una sonrisa se formó en mis labios al ver como su primito pequeño se acercaba a ella para que lo cargara.
Tomé un sorbo de mi refresco mientras la miraba. Es tan hermosa.

—¿Ya comió, chico?— La voz de mi suegro se escuchó a mi lado. Yo asentí.— Que bien, decidimos hacer comida colombiana para hoy.

—Estaba muy buena.— Le dije honestamente.— Creo que será de mis comidas favoritas.

Dije sin despegar la vista de mi novia. Pude sentir como mi suegro sonreía, pues él también estaba mirando a T/N.

—¿Sabe? Mi esposa y yo llevábamos a T/N cada año a Colombia. Queríamos que no se perdiera la comunicación con mi familia y que ella se familiarizara con ellos. Por eso ella y Kevin se llevan bien.

—No puedo decir lo mismo de sus primas.— Dije sin pensar. Mierda, pensé en voz alta. Mi suegro se giró para mirarme.— Perdón.— Me disculpé.

—Usted es muy honesto.

—Trato no serlo tanto.— Confesé.— Discúlpeme, por favor.— Hice una pequeña reverencia sin mirarlo.

—¿Por que? Eso es bueno. Es mejor que las personas escuchen las cosas que nos gusta y las que nos desagrada.— Sonreí mientras asentía. Ya sé a quien se parece T/N.

Tu mirada en mi  [Libro 1] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora