{RACHEL}
Escucho a Jack gritar y me imagino lo peor. Voy corriendo en su búsqueda. Si algo malo llegara a pasarle me sentiría muy culpable. No le hice caso y me escapé para coger agua mientras él se encargaba de la comida. Tendría que haberme quedado con él.Voy hacia donde he escuchado su grito, pero no lo encuentro.
- Racheeel- escucho en un susurro y voy hacia la siguiente fila de estantes.
Jack. No está solo. Le acompañan dos niñas. Me pongo en actitud defensiva por si hay que pelear, pero enseguida me doy cuenta de que no son más que dos crías, más pequeñas que yo. A una la conozco. Está en un curso más bajo que el mío, aunque no sé cómo se llama. Es bajita y morena. La otra tiene la misma estatura, pero es rubia. No creo que sean hermanas, no se parecen en nada.
- Esta es Alexandra- presenta Jack.
- Alex- especifica la rubia.
- Y esta Roxanne- dice Jack señalando a la morena.
- Ajá- digo-. Un placer. Ahora, vámonos- le digo a mi primo y tiro de él.
- No podemos. Están solas- me dice Jack.
- ¿Y? Nosotros también lo estamos.
- Por eso, si nos unimos somos más fuertes- insiste Jack.
- Tranquilos, nos no hace falta nadie- dice la rubia.
- ¡Alex!- le dice Roxanne a la rubia, mirándola duramente. En su mirada se nota el miedo que tiene, aunque la rubia, Alex, no parece sentir nada. Sé que quieren quedarse con nosotros, ellas solas no pueden hacer nada, pero cuantos más seamos, más duro se va a hacer esto. Más provisiones vamos a necesitar. Más peligro. O tal vez más carnada para ellos...
- ¿Rachel, no las ves? No son más que dos crías...- me insiste Jack.
- ¡De crías nada eh!- dice Alex. Parece que tenemos una bocazas en el grupo.
- A tomar por culo, que se queden con nosotros, pero cada uno que coja sus provisiones y nada de robar algo de los demás- digo muy seria. No me gusta esta idea, pero sé que Jack no parará hasta salirse con la suya. Es igual de cabezota que yo. O incluso peor.
- ¿Cogiste algo?- me pregunta Jack.
- Encontré una mochila- le muestro la mochila azul y la abro-. Y agua.
- Bien hecho pero que sea la última vez que te separas de mí- me dice Jack mirándome amenazante.
- ¿Acaso eres mi padre?- le digo y se me hace un nudo en la garganta al recordarlo, no sé dónde está ni como estará-. No, así que te callas- le digo a Jack.
- ¿Hay más mochilas?- me pregunta Jack haciendo caso omiso de lo que le he dicho.
Asiento con la cabeza y le indico que me siga. Los tres me siguen. No me gustan estas niñas. Me dan mala espina. Deberían estar muertas, no son más que unas pequeñas niñas indefensas, ni siquiera sé cómo han logrado llegar hasta aquí evitando el infierno que se está desatando en el pueblo.
Llegamos al estante en el que venden maletas y cada uno coge una.
- Ahora que cada uno se ocupe lo suyo- dice Jack.
- Oh, ¿ahora si podemos separarnos, papá?- le digo a Jack sarcásticamente.
- Déjate de bromitas. Me he recorrido toda la tienda buscándote y no he visto a ningún monstruo- me dice Jack.
- ¿Así es como los llamas? Sabes perfectamente lo que son- le digo.
- Muertos vivientes- dice Roxanne.
- No hablaba contigo y no, son zombis.
- Cada uno lo llama como quiera- dice Jack.
- Como digas, buscad provisiones. Nos espera un largo viaje. Nos vemos en la entrada- digo y voy a buscar comida para mí ya que hemos decidido que cada uno coja lo que necesite para sí mismo.
Cuando ya tengo la mochila llena a más no poder, me reúno con los demás en la entrada del supermercado. Solo está Jack.
- ¿Aún no han venido las niñitas de papá?- le pregunto.
- ¿Por qué te comportas así?- me espeta Jack.
- ¡Porque solo son una carga! Solo nos van a traer problemas y lo sabes.
- Pero solo son dos niñas... No sobrevivirán solas...
- Y nosotros no somos sus padres, no tenemos que cuidarlas ni salvarlas de nada. Podemos irnos ahora mismo, librarnos de esta carga. Estarán bien solas, te lo prometo.
- No prometas algo imposible. Yo me quedo- dice y suspiro. No he podido convencerlo, ni podré. Si yo soy cabezona, él lo es más, es algo que parece que viene de familia.
A los pocos minutos llegan Alex y Roxanne.
- ¿Listas?- les pregunta Jack y ellas asienten. Llevan la mochila llena a tope, como yo y Jack.
Salimos del supermercado.
Y por segunda vez en menos de un día, nos vemos acorralados por una manada de zombis.
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Apocalipsis Zeta - Parte 1: En busca de un lugar seguro
HorrorDe pronto, un día, todo cambia. Las ambulancias y los coches patrulla no aseguran nada bueno. Una mañana tranquila en el instituto y el pueblo revuelto. Jack llega a su casa y encuentra a sus padres, pero no como debería. Su prima Rachel no encuentr...