{ROXANNE}
Tengo que ayudarlos. Si no lo hago, morirán. Y solas no podemos hacer nada. Miro a mi prima, Alex, y parece que las dos pensamos lo mismo.
Cojo el cuchillo que he recogido del interior de la casa y se lo clavo en el cráneo de la zombi que ataca a Rachel. No logro clavárselo hasta el cerebro, apenas rompo el hueso, pero sirve para que no muerda a Rachel y ahora me mira a mí, viene a por mí.
Rachel aprovecha para quitársela de encima y una vez que la empuja a un lado, con los ojos cerrados, no sé por qué, le clava otro cuchillo en el cráneo con todas sus fuerzas. Se oye el crujido del hueso al romper. Retira su cuchillo y me mira un momento.
- Gracias- me dice, yo le sonrío como puedo, asustada, temblando.
Es la primera vez que intento matar a un zombi. Esto me da pánico, puro terror, pero intento disimularlo.
Nash mata a dos zombis, lo hace muy bien.
Ya no quedan más zombis a la vista. Suspiro de alivio.
Nash sale afuera y nos mira. Parece nervioso.
- ¡Corred, vámonos, vienen más!- nos dice urgente.
Al oír eso, salgo corriendo junto con mi prima Alex y los vemos. Vienen una gran multitud apiñada. No están lejos pero tampoco cerca. Al vernos, empiezan a caminar más rápido. Creía que eran más lentos. Tal vez es porque nunca había visto a tantos de ellos juntos. Tal vez juntos son más rápidos, al igual que más fuertes.
Corro rápido, llevada por el miedo, al lado de mi prima.
Nash y Rachel nos dejan ir primeras para ellos guardarnos las espaldas. A veces, ser pequeñas tiene sus ventajas, aunque yo apenas tengo un año menos que Rachel y Alex, con catorce años, uno menos que yo.
Mientras corro, alejándome de los zombis, junto a los demás, empiezo a recordar cuando empezó todo, hace un día, aunque parece que fue hace una eternidad.
{ALEXANDRA}
Le doy la mano a mi prima mientras corremos, así me siento más segura.
- Ya podéis parar...- dice Nash, respirando ajetreado.
Paramos de correr y miramos atrás. Hemos perdido de vista a los zombis, menos mal. Pero, aun así, hay que ir rapidito.
Ayer, cuando llegué a mi casa con mi prima, que iba a comer en mi casa, nos encontramos la casa vacía. No había ni tan solo una nota. Supe que algo malo pasaba.
Fuimos directamente a la casa de Roxanne y estaba exactamente igual, salvo por el rastro de sangre que había por toda la casa. Nos asustamos tanto que ambas comenzamos a temblar. Yo pegué un grito de terror. Dejamos las mochilas del instituto y salimos corriendo de allí.
No sabíamos a donde ir.
Estábamos desorientadas, no sabíamos que había pasado.
Íbamos a pedir ayuda en alguna parte hasta que los vimos y nos descompusimos. Eran personas deformadas, escuché a alguien gritar: "¡Muertos vivientes!".
Salimos corriendo, con la esperanza de encontrar un lugar seguro y alejarnos de esos monstruos.
Encontramos un supermercado y allí nos escondimos, era el primer sitio que encontramos.
Recorrimos con puro terror aquel sitio y suspiramos aliviadas al no ver nada raro por allí.
Encontramos una habitación que parecía un almacén y nos quedamos escondidas allí, hasta que escuchamos un ruido.
Algo pasaba.
Lo primero que pensamos fue que eran muertos vivientes, pero escuchamos palabras y esos monstruos no hablan, solo hacen ruidos raros.
Salimos despacio, queríamos salir de allí porque nos descubrirían, fueran vivos o no, y podrían hacernos algo malo. Todo nos daba miedo y estábamos alerta a cualquier cosa.
Hasta que nos tropezamos con alguien. Y en su cara vimos a alguien desesperado, buscaba algo.
El chico pegó un grito.
- ¡No nos mate!- dije instintivamente.
- Tranquilas, no os haré daño. ¿Habéis visto a una chica de mi estatura, pelo moreno, ojos azules?
- No- respondió Roxanne.
Escuchamos pasos.
- Shh- dijo el chico y nos escondimos tras unos estantes-. Por cierto, soy Jack.
- Alexandra, pero me llaman Alex- susurré bajo.
- Roxanne- se presentó mi prima.
Y al rato vimos que los pasos que escuchamos se trataba de la chica que Jack andaba buscando, una tal Rachel. Si no fuera porque estaba aterrada, habría pensado que había algo que me resultaba familiar en ella y una especie de añoranza me invadió al observar mejor a Jack...
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Apocalipsis Zeta - Parte 1: En busca de un lugar seguro
HorrorDe pronto, un día, todo cambia. Las ambulancias y los coches patrulla no aseguran nada bueno. Una mañana tranquila en el instituto y el pueblo revuelto. Jack llega a su casa y encuentra a sus padres, pero no como debería. Su prima Rachel no encuentr...