{JACK}
- ¡Corred! ¡Dentro!- grito y vuelvo corriendo al supermercado. Cuando las demás llegan, cerramos la puerta, aunque no aguantarán mucho. Acabarán entrando.No hemos tenido otra alternativa que volver dentro, estábamos más acorralados que nunca.
- ¡Buscad otra salida!- ordeno mientras me quedo en la puerta, sujetándola.
- ¿Pero y si no...?- empieza a decir Roxanne.
- ¡Tiene que haber una salida de emergencia! ¡Buscad!- grito y las dos niñas que hoy se han unido a nuestro grupo salen corriendo.
Rachel me mira preocupada.
- ¿Qué vas a hacer tú? ¿Te ayudo? No podrás solo...
- ¡Vete!- grito-. ¡Busca una salida y avísame cuando la hayas encontrado!- le digo y obedece, sale corriendo.
Los zombis (no merece la pena que siga llamándolos monstruos) llegan a la puerta y la aporrean. Juntos son fuertes, demasiado. Son tres y no puedo aguantar, no tengo tanta fuerza como para resistir su empuje.
Pero, con todas las fuerzas que consigo reunir, sigo intentando que no entren.
Aunque me es imposible. No puedo sacar fuerzas de donde no la hay. En un momento como este me arrepiento de no haber pisado jamás un gimnasio.
Cada vez vienen más zombis, donde van unos cuantos, van todos. Saben que hay comida. Es como una especie de instinto básico de ellos.
Me caigo al suelo. Los zombis consiguen abrir la puerta y yo me arrastro por el suelo de espaldas, alejándome de ellos como puedo. Pero no tardarán en cogerme. Y el miedo me impide levantarme y salir huyendo. No me quedan fuerzas.
Por segunda vez en un día, le veo los ojos a la muerte. Me doy por vencido y cierro los ojos. No puedo llorar de lo asustado que estoy. Casi no puedo respirar del pánico, necesito un ventolín.
Para qué seguir con vida si al final voy a morir en cualquier momento. Prefiero morir ya a pasar más momentos como este. Adiós mundo cruel.
Mi prima me coge por el brazo y me despierto, me espabilo y me levanto con su ayuda cuando un zombi se abalanza sobre mí.
Gracias a Rachel solo me ha cogido del pie. ¡Pero intenta morderme!
- ¡Aaah!- grito y muevo el pie para soltarlo de su agarre.
Lo consigo y le doy en la cabeza con el pie con todas mis fuerzas. Mi pie se hunde un poco en su cráneo y lo saco del tirón, asqueado.
- Puto zombi- le escupo y salgo corriendo con mi prima mientras nos persiguen los demás.
Mientras corro siguiendo a Rachel, echo un vistazo atrás y veo a los zombis que nos persiguen, que pasan por encima de al que le di el pisotón. Está inmóvil. ¿Lo habré matado? No lo creo, no creo que esas cosas mueran, ya lo están.
Pero al menos me ha servido para retrasar a la mayoría de los zombis que pasan por encima del que está en el suelo y tropiezan.
- ¡Hay una salida!- me dice Rachel.
- ¡Por aquí!- oigo que gritan las niñas al fondo de la tienda.
Llegamos y antes de salir pregunto:
- ¿Habéis mirado fuera?
Ellas asienten.
- No hay nada- asegura Alex.
Suspiro y miro hacia atrás. Los zombis vienen a por nosotros, aunque no están cerca, somos mucho más rápidos que ellos.
- Vámonos- digo y salgo corriendo de la tienda sin ver lo que hay fuera, aunque han dicho que no había nada.
Me choco con alguien, o algo.
Es una persona. Tiene los ojos azules.
ESTÁS LEYENDO
Apocalipsis Zeta - Parte 1: En busca de un lugar seguro
TerrorDe pronto, un día, todo cambia. Las ambulancias y los coches patrulla no aseguran nada bueno. Una mañana tranquila en el instituto y el pueblo revuelto. Jack llega a su casa y encuentra a sus padres, pero no como debería. Su prima Rachel no encuentr...