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Minji y su compañero de asiento, Jake, se encontraban en una cafetería cercana al centro ya que estaban trabajando en el proyecto de inglés que tenían pronto.
- Odio procrastinar por esta razón - Jake rodó los ojos y se echó hacia atrás en la silla.
La chica sonrió suavemente al ver su estado.
- Ya queda menos - le dijo ella con una mentalidad positiva.
- Vamos por la mitad - el chico puso los ojos en blanco.
Minji soltó pequeñas risas y Jake copió su acción, pareciendole adorable el comportamiento de la chica.
- Perdón si te incomoda pero, - él rompió el silencio que se había formado - ¿qué relación tenéis Heeseung y tú?
Ella se tensó al segundo y no supo que responder.
Su mente se puso en blanco y ninguna palabra era capaz de salir de sus labios.
- Perdón - Jake se disculpó al segundo.
- No tienes por qué pedir perdón - ella comenzó hablando.
El chico se mantuvo en silencio, esperando pacientemente a que su acompañante comenzase a hablar.
- No tienes por qué soltarlo, en serio, era simplemente curiosidad - él sonrió suavemente.
- Igualmente voy a responder, seguro que él os habrá contado su versión - Minji sonrió tristemente y agachó su cabeza.
Silencio volvió a caer entre ambos compañeros, pero seguía siendo cómodo.
- Hace un par de años coincidimos en unas prácticas, por casualidad del destino comenzamos a hablar, pillamos sentimientos el uno por el otro y, - lágrimas se acumularon en los ojos de la menor.
Jake observaba la escena en silencio, procesando la información.
- Comenzamos a salir, todo era precioso, pero de un día a otro desapareció y no supe nada de él por meses, hasta que me enteré tras eso de que era el líder de una mafia.
La pequeña sonrisa era visible en los labios de la chica, pero Jake no se sentía igual.
Tenía miedo de lo que pensaba la chica de él.
- No me dolía el hecho de que estuviese en una mafia, ni que fuese el líder, me dolía el hecho de que nunca fue capaz de contarme sus cosas, sus sentimientos, su misión contra mi - las lágrimas que Minji tanto había luchado para que no cayesen, habían caído.
- Acercarse a mi formaba parte de su plan - su voz tembló al final y supo que debía parar.
Jake se mantuvo en silencio aún después de que ella acabase, no sabía qué decir.
- Supongo que vuestro líder os habrá contado su versión - pequeñas risas salían de sus labios, pero Minji no estaba feliz.
El chico se congeló al oír sus palabras.
Sus ojos abiertos más de lo habitual y boca entreabierta fueron lo suficiente para que la chica sonriese de verdad.
Minji recogió sus cosas al ver cómo seis chicos entraban al local.
- Sé que sois una mafia Jake, y no tiene nada de malo - conectaron miradas y asintió con la cabeza.
Los amigos del chico se acercaron a él y observaron a la chica levantarse de la silla.
- Cuando llegue a casa te mando mi parte - habló ella por última vez, esta vez con tono y semblante serio.
Jake no comentó nada sobre su cambio de ánimo ya que sabía que se debía a su líder y amigo.
- ¿Necesitas que te acompañe? - preguntó él con preocupación en sus facciones.
Minji sonrió ladinamente y se giró para observar a los siete chicos.
- No hace falta, gracias, se defenderme sola.
Ella habló observando al mayor de todos, fuego saliendo de sus ojos.
Una vez la chica desapareció de sus visitas, Jake soltó un largo suspiro y Sunghoon se sentó donde ella estaba antes.
- Sé defenderme sola dice, tsk - el chico de pelo negro rodó los ojos y le dió un sorbo a su bebida energética.
- No infravalores sus habilidades - al escuchar el tono serio de Heeseung, el chico se mantuvo en silencio.
