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Ambos jóvenes y compañeros de clase suspiraron al acabar, al fin, el proyecto.
- Una experiencia horrible, le doy un uno - Jake habló con tono divertido.
Minji soltó varias risas mientras le observaba.
De pronto recordó a su amigo pelinegro, y su estómago se sintió raro.
La chica, extrañada, frunció el ceño, acto el cual fue percatado por su compañero.
- ¿Pasa algo? - preguntó Jake mientras paraba de recoger sus cosas.
Minji se limitó a negar con la cabeza y ofrecerle una mínima sonrisa.
- ¿Vamos por helados? Invito yo - volvió a hablar el australiano.
Esta vez la chica sonrió ampliamente, feliz con su oferta.
Terminaron de recoger sus apuntes y materiales y caminaron fuera de la cafetería mientras conversaban de lo agotador que había sido el proyecto.
- Espero que no hayan más o dejo de estudiar - Minji habló con tono divertido.
Su acompañante soltó pequeñas risas y rodeó los hombros de la chica con su brazo derecho.
Ella se sorprendió pero siguió caminando así ya que el chico le transmitía tranquilidad y paz.
- Recuerdo como Sunoo estaba a punto de dejar de estudiar porque no le salía un problema de matemáticas - Jake habló entre risas y Minji copió su acción, el chico le parecía adorable.
De pronto su risa paró ya que comenzó a sonarle el teléfono, rápidamente lo sacó del bolsillo y respondió sin mirar de quién se trataba.
- ¿Pasa algo Sunghoon? - preguntó aún sin quitarle el brazo a la chica.
Minji se tensó al escuchar el nombre del chico.
- Oh cierto, voy para allá que acabo de terminar el proyecto ese - soltó pequeñas risas al final.
Mientras tanto ella seguía incómoda bajo el brazo de su compañero.
Unos segundos más tarde el chico colgó y miró a Minji con una sonrisa apologética en sus labios.
- Había quedado con Hoon, no te importa venir, ¿no? - sus ojos brillaban y parecía un pequeño cachorro, por lo que Minji no pudo negarse.
Sonrió ladinamente y aceptó quedarse con él, ya que tampoco tenía nada que hacer en lo que restaba de día.
Ambos siguieron caminando hacia la heladería que Jake había elegido, a lo lejos, en la puerta, se podía ver una figura alta, delgada y negra, esperando por alguien.
Jake se acercó a su amigo e hicieron un apretón de manos, mientras Minji le observaba sin expresión en sus facciones.
Sunghoon conectó miradas con la chica y con media sonrisa en sus labios alborotó sus pelos, sorprendiendo a ambos compañeros.
- ¿Vamos? - preguntó el pelinegro girandose y entrando en el local.
Jake y Minji seguían estáticos en sus sitios, observandose sin cruzar palabra.
El chico estaba sorprendido al ver a su mejor amigo tener una interacción con una chica después de tantos años.
