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La chica pasó sus dedos por su pelo, masajeando su cuero cabelludo.
Siseó al sentir el característico dolor de llevar el cabello recogido todo el día, necesitaba dejarlo descansar.
Miró la pantalla de su teléfono y le mandó un pequeño mensaje a su novio para no preocuparle, llevaba horas sin hablarle ya que tenía asuntos pendientes.
El asunto que Minji tenía era encontrar a Heeseung, y sabía a la perfección dónde se encontraba, o eso esperaba.
Con un largo suspiro guardó su teléfono en el bolsillo de la sudadera de Sunghoon, una nueva que había robado de su armario.
Porque sí, el chico de pelo negro había invitado a la chica a su casa, junto a los demás miembros, y habían pasado la noche juntos.
Por primera vez en meses él había podido dormir más de cinco horas seguidas, y quería agradecer a la chica.
Asimismo él se encontraba con una sonrisa en sus labios mientras planeaba la noche que iban a pasar juntos fuera, iba a pedir comida rápida e iba a llevarla a algún punto solitario y alto para ver las estrellas juntos.
Por otro lado, Minji dio el último paso y ahí se encontró al chico que tanto buscaban.
Bufó y media sonrisa decoró sus labios, con silenciosos pasos se acercó a él.
- No puedes desaparecer sin avisar, tus amigos están preocupados - habló ella mientras se sentaba a su lado.
Heeseung dio un pequeño salto del susto y observó a la chica con ojos muy abiertos.
Minji se contuvo las ganas de reírse al ver las facciones del chico.
- Pensé que no querías saber nada de mi - habló él con tono suave.
- Y es cierto, - empezó ella hablando, vista enfocada al frente - pero lo hago por razones obvias.
El chico a su lado chasqueó la lengua y también fijó su vista en el horizonte.
El cielo estaba pintado de colores cálidos, el brillante azul había sido reemplazado por tonos naranjas y amarillos.
- No podemos seguir así - volvió a hablar ella.
Minji evitó cruzar miradas con el mayor, sabía que sus ojos estaban fijos en ella.
- Estoy saliendo con Sunghoon, soy amiga del resto de tu grupo, no debemos seguir llevándonos mal, - ella comenzó hablando - me dolió lo que hiciste pero sé de sobra que lo hiciste por algo, sé como eres Heeseung, y no eres del tipo que hace las cosas sin pensar.
El mayor soltó la bocanada de aire que no sabía que estaba reteniendo y fijó su mirada en el horizonte, admirando como lentamente iba cayendo la noche.
