UN EXTRAÑO SENTIMIENTO

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Había pasado ya una semana y Alastor por su plan pasaba mucho de su tiempo con la joven llamada Charlotte, eso hasta Husk lo notaba, la misma parecía muy tranquila al lado del joven Alastor, la dama se había visto seducida por la idea de morder el cuello de Alastor y tomar un poco de su sangre obviamente descartaba ese pensamiento inmediatamente que este ingresaba a su mente, pero ese día en específico todo comenzaría a cambiar entre la joven y el pelicastaño,

Alastor despertó de golpe en la madrugada al verse rodeado por un sueño bastante inusual, agradecía a Lucifer que fuera el primero siempre en despertar al notar aquella protuberancia que se elevaba por sobre la ropa de cama.

-Demonios-

Ese tipo de situaciones casi nunca le ocurrían, pero debía dar crédito que aquel sueño era demasiado vivido incluso para él, se levantó con prisa hacia el baño, estaba completamente seguro de que él agua fría calmaría sus hormonas masculinas y sus reacciones involuntarias.

Luego de casi haber estado bañándose por tres horas decidió salir del baño, bastante bien vestido y con aquel problema ya solucionado, para ello concentro todas sus fuerzas para centrar su mente en otras cosas, la puerta sonó Stolas anunciaba que el desayuno ya estaba listo, el mismo bajo con recato hasta el comedor, donde la primer cosa que vería sería a la hermosa Charlotte con uno de aquellos vestidos estilo victoriano, siempre preguntándose ¿cómo se le verían algunos de los vestidos de Rossie sobre su cuerpo?, se sentía completamente atormentado y avergonzado, aquella hermosa joven, no vestía de manera vulgar, no mostraba ni un centímetro de su hermosa piel, además de su cuello y rostro entonces ¿Cómo había iniciado el deseo impuro que residía sobre su mente de tenerla bajo él?, posiblemente era aquella intriga y misterio que la dama siempre poseía, o ¿sería acaso aquella pulcra y extraña belleza que le acompañaba?, no estaba seguro pero no tenía el valor para mirarla a los ojos sin que aquella imágenes le asaltaran nuevamente.

- ¿Sucede algo, sr Alastor? -

Solo una palabra salió de aquella joven que logro estremecerlo para su propio disgusto.

-Lo siento, debo retirarme que tengan un buen desayuno señorita-

Dijo Alastor quien siquiera había tocado algo de su desayuno esa mañana, el mismo decidió salir a dar una vuelta por el pueblecillo para despejar sus pensamientos mientras fumaba un cigarrillo, la dama de nombre Mimzy lo miraba con desdén, desde que se había atrevido a rechazarla a según su punto de vista con tanta crueldad, la misma se cruzó de brazos y se sento con sus empleadas.

-A mi viene y me recalca su compromiso y de buenas a primeras baila con la endemoniada estirada esa-

Dijo completamente enfadada, Angel no pudo evitar verla sin mofarse de ella.

-Claro por qué la estirada esa es súper mega fea, seamos claros Mimzy, el tipo tiene ojos y por lo que veo bastante funcionales, es inevitable que nadie vea la hermosura de esa chica sin caer rendido a sus pies, lo menos que deberías hacer es enfadarte por ello. –

Dijo de manera tranquila mientras se servía un trago de vodka, a Mimzy no solo le molestaba la actitud de Angel, si no que muy a su pesar él tenía razón, la joven Charlotte era muy hermosa, era irreal la misma, pero Mimzy jamás lo aceptaría ante sus propios ojos no había mujer mejor que ella.

-Pues yo soy mucho más deseable que esa esquelética, tengo más carne de donde agarrar, pero no el señor foráneo desea tomar una tabla a tomar semejante bombón que soy yo, soy deseada por cualquiera-

Reparó fingiéndose ofendida mientras Angel no paraba de reírse, haciéndola fruncir el entre cejo.

-De que tienes carne, tienes, podrías alimentar a 20 hombres con tanta carne, pero en defensa de la joven "tabla" es joven, bonita y tiene unos magumbos envidiables, lo único que no he logrado saber es que tal estarán sus piernas y su trasero, aunque a juzgar por su contorneada figura debe ser un firme y redondo trasero asi que tabla, tabla no es y si tienes razón, tal vez seas deseada por muchos pero al parecer no por él, además ¿Qué te asegura que él quiera intentar algo con la princesa?, en el baile no lo vi más interesado que en hablar, posiblemente solo le esté sacando información, se ve que es un hombre educado y de principios, el hecho de que te rechazara fue por tu insistencia, él te lo dejo claro desde el inicio-

Dijo en un tono muy sereno, había veces en que a Angel esa actitud aniñada y soñadora de Mimzy le molestaba, es decir no tenía ningún problema de que se tuviere un poco de amor propio, pero veía mal que se ensañara con alguien a quien nisiquiera conocía y menos con quien dio una oportunidad a Vagatha de tener un empleo más decente que el suyo.

-Eso es, esa bruja lo tiene hechizado, ¿Qué más podría ser? Con esa miradita de mojigata que no rompe ni un plato y el muy estúpido se dejó caer-

Dijo Mimzy, para su muy mala suerte, Alastor escucho esta última parte de su monologo al recién entrar en aquel lugar ya que pensaba que un trago fuerte le quitaría aquel extraño y vulgar sueño de la cabeza.

-Oh, señorita espero no ser yo el infortunado que es blanco de sus insultos-

Dijo Alastor fingiéndose ofendido, obviamente solo le causaba gracia escuchar tantas injurias juntas salir de la boca de una dama.

-Oh, pero si es el forastero ¿acaso buscas algo que comer? Porque tengo un platillo especial que espera ser servido en su mesa-

Dijo de manera coqueta, moviendo sus encantos femeninos, tanto que hasta Angel notó ese cambio tan repentino en el momento en el que aquel hombre hablo, el mismo la esquivo de una manera casi imperceptible.

-Lamento desilusionarte querida pero realmente solo vine aquí por una bebida, además ya he probado bastantes comidas especiales en lugar en el que estoy hospedado-

Dijo el castaño de manera descuidada ya que él pensaba que, si hablaban de comida, por lo que Angel carraspeo ante la mirada atónita de los presentes.

-Oye papi ignoras que lo que te hizo Mimzy es una invitación a tener sexo ¿verdad? -

En ese momento //cell sintió el verdadero terror, naaa// Alastor se ruborizo completamente, se quedó estático ya que no había entendido el ofrecimiento de Mimzy en lo más mínimo.

-Perdón, ignoren entonces lo que dije ya que realmente pensé que estábamos hablando de comida no de eso-

En ese momento Angel arqueo una de sus cejas, sirviendo un vaso de whisky, para luego dárselo a Alastor, pero se detuvo un segundo antes de hacerlo.

-Antes de beber querido dime ¿a qué te refieres con "eso"? -

Alastor se encontraba hecho un manojo de nervios bajo aquella sonrisa estática.

- ¿Qué no es obvio a que me refiero con "eso"? -

Dijo intentando de ocultar la vergüenza que le daba mencionar ni siquiera aquel tema que siempre le causaba bochorno y pena.

-Oh te refieres al sexo como "eso", querido pero el sexo es un acto natural, no te debe dar pena, todos los adultos cogemos una vez en la vida, oh, pero mira que calamidad que tu no lo has hecho ¿algo en especial te lo impide? -

Alastor arqueo una de sus cejas, luego suspiró y dijo.

-No a todos les agrandan esos actos pecaminosos, por ejemplo, a mí me dan una enorme repulsión, y ayuda el hecho de que no me gusta que me toquen en lo más mínimo-

Angel lo acechó aún más ahora que el joven lo aceptaba el que jamás había tocado a una dama lo volvía bastante atractivo para cualquiera que quisiera ser la primera experiencia.

- ¿Sabes? aquí podemos ayudarte con la falta de experiencia, y es más puede que te guste-

En ese momento, Alastor le arrebató el vaso de whisky sacando a Angel de aquella ensoñación.

-Querido afeminado amigo, me temo que eso no sucedería ni en tus mejores sueños, para mi mala suerte debo aguardar hasta el día de mi boda, o por lo menos eso es lo que se espera, por mi parte debo de desistir de sus invitaciones-

Dijo terminando de tomar aquel trago y pidiendo otro con un solo ademán.

-Ustedes si beben-

Dijo Mimzy algo molesta frente a los dos masculinos, pero si este se llegase a embriagar posiblemente tuviere una solo oportunidad para meter a ese forastero bajo sus sabanas, pero a pesar que espero por más de 5 tragos, el seguía en pie e incluso mucho más despierto que Angel quien ya se tambaleaba.

-Bien creo que su ayuda me ha sido de suficiente provecho muchas gracias, prontamente comenzaba a anochecer y Alastor sabía que en cualquier momento la princesa saldría por su cena, era algo que incluso su curiosidad alimentaba, el ver a la joven en aquel estado de fantasía o la realidad desoladora.-

BAJO LA LUZ DE LAS SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora