EL DIARIO MAGNE PARTE 2

172 30 49
                                    

La joven se encontraba viendo sus películas al lado de Alastor quien estaba más concentrado en seguir la lectura sobre lo escrito por el padre de la joven Magne, su prometida vio el libro de reojo y quiso indagar.

- ¿Qué es ese libro? -

Alastor la miro con sospecha sabía que ella no era una grata lectora, por lo que disipo sus dudas a través de una mentira.

-Claro, es un diario de mi madre, sabes cuándo recordaba, si gustas te lo leo-

La joven decidió volver a su película mientras el continuaba con su lectura.

Día dos

"Esta semana he estado entre tantos preparativos sobre mi aburrida boda, con mi insípida futura esposa, mis ojos no querían más belleza que la que poseía Lilith, pude escabullirme de algunos aburridos preparativos para poder encontrarme con ella, estaba en los jardines de su mansión, ahí oculto entre sus rosales me quedé, verla cantando a sus hermosas rosas, quería estar ahí plantado mientras recibía el agua y la admiraba, era increíble la idea de poseerla, de tenerla para mí, mis pensamientos se volvían más impuros hasta que su mirada se fijó en mi.-Eres extraña rosa de mi jardín, ¿no te han dicho que a las damas no se les debe espiar?- Me tenía atrapado, en la claridad del día su belleza era más perceptible y sus curvas eran más apreciables. -Disculpadme madame, no he querido ofenderla con mi visita inesperada, es que jamás había visto a una dama de sociedad atender sus propias rosas. -Una sonrisa se escapó de aquello hermosos labios, por dios yo estaba engatusado, la amaba y ella no lo sabía. -Lo sé pero son como mis hijas, mi vientre no ha dado fruto a mi marido, pero él no comprende que es su problema más no mío, pero como has de saber, la mujer siempre tiene la culpa-Desde ese día comencé a frecuentarla, nos fijábamos un día y un lugar, escuché todos sus sueños y esperanzas de vida, toda la belleza de su alma ante mí, su inteligencia y sus bellas palabras terminaron de hacerme caer, una noche me escapé de mi casa, sabía que su esposo había salido de viaje, nos vimos en los jardines a altas horas de la noche y ante la luz de la luna como único testigo yo.."

Alastor cerró rápidamente el libro mientras intentaba por todos los medios disimular aquel intenso rubor que se cernía sobre su rostro, mientras se abanicaba con una de sus manos, agradeciendo que su novia ahora se encontraba dormida, tragó saliva y continuo donde había quedado, tendría que hacer un sobre esfuerzo por no avergonzarse de lo que leería.

"yo me uní a ella, fundiéndonos en el fuego de la pasión descontrolada donde solo ella y yo sabríamos que acontecería después, dejamos de vernos por unos meses cuando supe que ella estaba en cinta pero el bebé era mío claramente, su esposo no la había tocado en meses, cosa que todos los del pueblo habrían concluido debía moverme rápido si no quería que le hicieren daño a ella o al bebé, la hice desaparecer en medio de la noche, le pedí se ocultara por un tiempo yo fingiría mi temprana muerte para estar junto a ella hasta que la muerte nos separara pero no fue así, el destino nos preparaba una trampa más grande, la gran inquisición de los 7 estaba al tanto de los movimientos de la hermosa Lilith la pecadora.

Por otra parte yo decidí a escondidas de mis padres, disolver lo que sería mi compromiso con la dama de nombre Gnaea, la misma me espero pacientemente en los jardines de su hermosa gran casa, era obvio era adinerada y una muy bien posicionada dama de alta alcurnia de Roma, la misma me esperó con el deseo que tenía de fugarnos juntos pero saqué esa idea romantizada cuando espeté lo contrario.-Gnaea, he venido a decirte que disolveré mi matrimonio contigo, no puedo mentirte, estoy enamorado de alguien más y planeo marcharme con ella, espero tengas consideración y no armes un teatro por esto simplemente no puedo mentirte o mentirme, te respeto tanto que no quiero hacerte daño, prométeme no dirás nada- Como era de esperarse siempre habló, mis padres comenzaron con sus reproches, pero yo no quería escucharlos, me había enamorado, ella habría entregado todo por mí, a los días la salud de Lilith se complicó perdiendo a nuestro hijo, la felicidad desapareció a los días mientras llorando me dijo que todo estaba perdido, ella pensaba que la tendría así en el escondite para siempre pero no, yo me decidí ante todos los presentes en esa maldita ciudad desposé a Lilith, por obvias razones nuestro matrimonio se invalidó al aparecer el registro de que ella era esposa de Dubois, pronto se me condenó junto con ella, "condenados al pecado, hijos de satanás que consumías vuestro pecado y se atreven a demostrárnoslo, como si fuere una clase de orgullo la semejante abominación que acabáis de concretar, maldito sean tú y tu simiente, declaró que tu vientre será infértil Lilith, la familia Magne es una semilla maldita" eso fue lo que dijo pero no sabríamos que realmente eso no solo era una proclamación, sería una clara sentencia de Guerra, Roma nos repudiaba como un marido repudia a su mujer por ramera, sería errante en mi propia tierra"

Luego de aquella larga lectura, Alastor decidió estudiar en las palabras de Samael por unos segundos, había cosas que él estaba haciendo como las hizo el padre de la rubia, pero él si se casaría con aquella mujer irrespetuosa o por lo menos intentaba convencerse de que lo haría como un niño que se convence de que comer fruta le hará crecer.

- ¿Sucede algo Al querido? -

Su mente le llevaba a las imágenes de la tarde, donde la vampiresa le acompañaba en el lago con su tentador cuerpo desnudo, era tentadora, al menos ya sabía de quién habría heredado esa habilidad para meterse en los pensamientos de un varón.

-No, solo me siento algo agotado, iré a descansar, buenas noches Claire. -

Dijo tomando el libro y poniéndose en pie.

- ¿No me darás ni un solo beso de buenas noches? -

Era un fastidió, para él era un sacrificio que ejercía sobre sí todos los días, era un castigo tener que besarla y fingir que le agradaba, pero ese día en específico, la imagen de aquellos hermosos labios negros curvados en una sonrisa, llegó a su mente, haciendo que ese beso fuere distinto a todos los que ya había dado, se separó rápidamente, definitivamente no estaba bien que besara a su prometida pensando en los labios de alguien más.

-Ahora sí, buenas noches-

En su cabeza rondaba la imagen de aquella hermosa joven, llegó a su habitación, la ventana estaba abierta y su preciada gatita no se encontraba en la habitación, su mente divagó en las cosas que le pueden pasar a un gatito si se encuentra con un depredador, buscó en todos los lugares en los que podría haber estado aquel pequeño e indefenso animalillo sin encontrar rastro de él, Claire al verlo tan atormentado decide buscar con él, Alastor por su parte, abrigado decide salir al exterior a buscar a su pequeña gatita, llamándola por su nombre, Claire de pura coincidencia se topa con la puerta de la habitación donde dormiría Alastor entreabierta, notó como una hermosa joven desnuda entraba por la ventana y antes de que esta abriera por su totalidad, observo como la dama se transfiguro tomando la forma de una hermosa gatita, se alejó de la puerta con terror, Alastor que recién llegaba notó como la mujer balbuceaba monosílabos sin sentido, la ayudo a ponerse en pie.

- ¿Qué sucedió? Claire dime algo. -

Dijo mientras la joven señalaba con horror la puerta entreabierta de su habitación.

-La... la...ga...la gata...-

Alastor se asustó ante ellos pensó que algo la habría herido, abrió la puerta esperando ver a la gatita muerta, pero se encontró con la misma en buen estado y su hocico lleno de sangre.

-No entiendo ¿Cómo puedes comer ratones? Te traje comida y prefieres ira cazar-

La joven al ver que su prometido tomó en brazos a ese adefesio para limpiar su ensangrentado hocico recuperó el aliento del enfado.

-Esa no es una gata, es un demonio, la vi transformarse en un gato, sabía que por algo no dejabas a ese mugroso gato, es esa zorra de Charlotte-

Alastor suspiró con fastidio, mientras observaba incrédulo a la que sería su futura esposa.

-Querida creo que la presión por la boda te ha estado afectando mucho, creo que tendremos que posponerla hasta que te encuentres un poco mejor, me da miedo que en tu paranoia termines dañando a algún invitado, es una acusación muy fuerte además es solo una gatita, creo que el cansancio te está jugando malas bromas-

Claire observó que la gata no dejaba de observar a su prometido, rabiaba de celos y enfado el que su novio fuera tan incrédulo y ciego.

-Querido tendrás que aumentar la graduación de esos anteojos creo que sigues sin ver lo que tienes en frente-

Alastor suspiró y dio media vuelta, pensó que la paranoia no era contagiosa hasta ese momento, se quitó su abrigo y se recostó en la cama, dándole la oportunidad a la gatita de dormir a su lado.

-Que tonterías ¿no? Tú y Charlotte la misma criatura, como si fuese posible-

Dijo mientras se rendía al sueño, se sentía algo cansado y no quería hablar ni pelear, la lectura le había agotado, los siguientes dos días, se encontraba con Claire dándole advertencias esa pequeña gatita que se encontraba a su cuidado, mientras reía al ver la estupidez de aquella mujer, el día que volvieron la joven insistió en que se deshiciera del pequeño animalito, pero él insistía que no podía dejarlo desvalido y a su suerte, eso sumándole también que la dueña de esa pequeña criatura no se había presentado en un largo tiempo por lo que no haría tal cosa.

BAJO LA LUZ DE LAS SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora