UN CONTRATIEMPO

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Ese día todo transcurría con regularidad Alastor fue a trabajar como debía hacerlo, pronto el timbre sonó, la joven abrió la puerta.

-Oye Al a que no me adivinas-

Dijo Niffty topándose nuevamente con la rubia de aquel día y sobretodo muy bien vestida.

-ULALA, pensé que Alastor dijo que solo eras su invitada y mira llevas prendas de Rossie, de exquisito gusto, supongo ya fornicaron-

Al escuchar esa palabra el rubor subió de golpe a las mejillas de la joven Charlotte.

-Por favor srta Rousseau, no use ese vocabulario, usted sabe que el sr Rousseau es un caballero, jamás faltaría a su palabra-

-Oh ósea no ha dejado de ser un mojigato, ¿Cuándo será que se tome la vida de una manera más relajada?, ¿sabes? Siempre ha sido asi de serio desde que mamá enfermo-

Dijo algo cabizbaja, de un pronto a otro comenzó a observar bien a la joven frente a ella.

-No sé porque no se encontraron antes ustedes dos, eres hermosa, todo lo que mamá hubiere querido para él, además de que tienes una hermosa figura-

Llevó sus manos a los costados de la cintura de Charlotte, haciéndola avergonzarse.

-Oh también tienes caderas anchas y fuertes, serás buena para tener bebés, ya me imagino un sobrinito guapo con algo de cada uno-

La joven se hizo a un lado con horror, la hermana de Alastor era mucho más atrevida que él, eso era bien claro.

- ¿Por cierto que paso con la gatita?, me dijo que cuidara únicamente de la casa-

Charlotte sabía que debía mentir, por lo que simplemente sonrió.

-Su dueño vino por ella-

Dijo tranquilamente mientras la puerta se abría revelando que Alastor había llegado, quedó embelesado por como Charlotte se veía vestida con aquella blusa de tela delgada, sus mangas largas eran de tul y su falda era negra bastante volada, un movimiento y dejaría al descubierto sus hermosas bragas rosa.

-Te ves hermosa, ¿segura que no vas con intenciones de matar a los del catering de un infarto? -

Charlotte sonrió suavemente, algo que notó Niffty inmediatamente fue que su hermano estaba claramente coqueteando con la joven rubia.

-Niffty iré con Charlotte a finiquitar lo del catering service y la comida que se servirá ese día, no puedo dejar la casa sola además que explícitamente me dijiste que no querías tener nada que ver con esta boda ¿correcto? -

La misma sonrió y asintió, ella no quería saber nada de Claire, luego de esto salieron con rumbo a aquel lugar, el Chef quien también administraba el servicio les hizo probar varios platillos de los más seleccionados, además que la mayoría del personal quedó completamente maravillado con la presencia de la joven Charlotte.

-Vaya que hacen una buena pareja, es más en el próximo menú virtual me encantaría ponerlos de portada-

Eso hizo a Charlotte sobre saltarse, pensaban que ella era quien iba a desposar a Alastor.

-Oh no, yo no soy la futura esposa. –

La mayoría del personal se quedó como de piedra ya que no comprendía ¿Cómo era posible que un hombre no fuere a desposar a tan hermosa mujer?

-Oh vaya, entonces ¿es soltera? -

Dijo uno de los caballeros en el lugar, la joven asintió de manera positiva.

-Así es-

Respondió la joven prontamente quien había hecho esa pregunta se encontraba motivado para intentar conquistar a aquella muñeca que acompañaba al joven Rousseau.

-Sabe no he visto a una dama más hermosa que usted, por lo que me gustaría saber si ¿podría salir conmigo? -

En ese momento Alastor casi se atraganta con lo que estaba probando, la joven se ruborizo levemente.

-Creo que la joven no está interesada caballero. -

El mismo observo con extrañeza a Alastor.

-Señor, ella puede decidir, ¿Cierto linda, dirás que sí? -

Charlotte negó con la cabeza.

-Agradezco mucho que me tomo en cuenta y por sus hermosas palabras pero, en algo tiene razón el joven Rousseau no estoy interesada por ahorita-

Mientras los demás se mofaban de aquel hombre que había sido rechazado por la joven vampiresa, al final Alastor terminó contratando los servicios con un menú bastante sencillo y simple pero de buen gusto, al salir se dieron cuenta que ya había caído el manto nocturno además se habría acelerado por el cielo nublado, comenzaron a caminar y la lluvia comenzó a caer, Alastor buscó refugio a diferencia de Charlotte quien parecía disfrutar de la lluvia, el castaño quedó hechizado por aquella dama que disfrutaba siendo empapada por la lluvia torrencial, la camisa completamente transparentada mostrando el sostén blanco que cubría sus senos, además de la mayor parte de su hermosa bella figura, la joven de pronto sintió la mirada del joven sobre ella, de manera traviesa y juguetona, pateo el agua de aquel charco salpicando a Alastor.

-Oh Charlotte no hagas eso, es agua sucia-

Pero la joven hizo a oídos sordos y volvió a hacerlo.

-Oh vamos ¿nunca jugaste en los charcos acaso? -

El joven no resistió esa invitación y se aventuró bajo la lluvia, logrando asi vengarse por la salpicadura de agua de sucia en su ropa, pronto ambos jóvenes jugaban bajo la lluvia como si fueran niños, a pesar de ser una lluvia torrencial que amenazaría con dejar resfriado al único que aun podía padecer enfermedades, el joven correteaba a la rubia cada que podía para acercarse a ella, la misma volvía a realizar una pequeña huida, pronto se calmaron esperando el transporte público, Alastor se quitó el abrigo no para dar calor, estaba tan empapado como ella si no por la simple razón de cubrir aquello que dejaba al descubierto la blusa empapada de la rubia, pronto el agua ceso, llegando por fin a la residencia del joven Alastor.

-Gracias por acompañarme, Charlotte, me divertí mucho, hacía tanto que no realizaba una actividad como esa-

La joven se encontraba sonriente y bastante cerca de ella.

-No debes agradecerme, ha sido divertido para mí también, gracias por proteger mi pudor como dama-

Dijo mientras señalaba el abrigo, en ese momento sus miradas se encontraron, el joven no se dio cuenta en que momento acorto más aquella distancia entre ellos, no pensaba en aquel momento solo actuaba, sus manos buscaron presurosas las mejillas rojas de la vampiresa, acercando sus labios a aquellos deseables negros labios femeninos que había deseado probar desde la vez que los vio, cerró sus ojos y sintió aquel tacto suave de aquellos hermosos labios, era grata la sensación, el sabor era gloria, terminó por presionar sus labios contra aquellos labios negros, compartiendo un beso sin prisas, dulce, los brazos de la joven Magne se cerraron sobre el cuello masculino mientras las mano del joven dejaron el rostro de la chica para que una de ellas bajara hasta la cintura y la otra hacia la nuca de la joven, quien dio un pequeño empujón hacia él para que el beso fuera más intenso, pronto la lengua del pelicastaño rosaba los labios de la joven pidiendo el permiso necesario para ingresar al interior de esta, pero antes de que ocurriera cualquier otra cosa, la puerta se abrió súbitamente, Alastor se separó de golpe por el susto y Charlotte quedó como en el limbo.

-Así te quería agarrar puerco-

Dijo Niffty mientras Alastor se ruborizaba por completo, se excusó con Charlotte e hizo un viaje rápido a su habitación y luego al baño, esto sin mirar ni a Niffty ni a Charlotte al rostro.

-Asi que solo su invitada ¿no? -

La rubia volvió en si al escuchar la vocecilla de la hermana de Alastor.

-Oh, sí solo eso no recuerdo ¿Qué estaba haciendo? -

La joven entró a la residencia, yendo por inercia al cuarto para buscar algo de ropa, mientras Alastor emprendía su huida hacia el cuarto de lavado, pero fue descubierto por Niffty.

-Ah no señor ahora me explicas-

BAJO LA LUZ DE LAS SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora