El día la joven se quedó curioseando todo a su alrededor, los aparatos electrónicos, observó maravillada aquel cofre frió donde Alastor almacenaba su comida, es decir la nevera, luego la caja de imágenes, la otra también donde Alastor pasaba la mayoría del tiempo por su trabajo, observo muchas cosas extrañas allí, pero ninguna que la hiciera escandalizarse, salvo claro el correo que al parecer provenía de una tal Jane Parker, lo abrió por error, ni ella misma sabía ¿Cómo o había hecho?
"Jane Parker
Estimado Sr Alastor Rousseau, solo le escribo para indicarle que su madre espera con ansias su pronta visita, por favor responder para confirmar el día y la hora de la visita.
Atentamente
La enfermera Jane Parker."
Había un atisbo de familiaridad en la manera que ella le escribía a Alastor que no llegaba a agradarle nada, pero tampoco es como si tuviere derecho a reclamarle nada al joven la puerta sonó y ella corrió a abrirla como torpe, topándose con Claire.
-Oh veo que te la pasas holgazaneando por los rincones de esta casa, pero bueno cuando Alastor se case conmigo espero comprendas que no lo dejare forjar amistades con ninguna fémina. -
Dijo tranquilamente mientras tomaba asiento en el sofá.
-Sé que te atrae, ¿a quién no?, pero te recuerdo quien se quedará con él soy yo, por más que tengas una belleza ilimitada y un hermoso y tentador cuerpo de ramera él no me dejará por ti-
La joven se sentó en el sillón de una sola pieza, esperando la joven terminara su cháchara, la elegancia en su porte mientras cruzaba sus piernas la hizo comprender que no era su rival.
-Querida tu misma estas menospreciando mis habilidades ante mis múltiples atributos, comprendo que seas tan posesiva con él, es un encanto, cualquiera querría privarlo de ver a otras mujeres pero, recuerda que nacemos siendo libres y que nada está escrito sobre piedra, ya veremos realmente si sucede como profesas, hasta aquí me llega el hedor del aroma de otro hombre, los Magne poseemos un olfato muy agudo, puedo percibir como sus aromas se mezclan en uno, y puedo reconocer al portador de tan horrible aroma, creo que su apellido era Von eldrich?-
Claire quedó con la boca abierta al escuchar tales cosas de la boca de aquella mujerzuela.
-No te atreverías, no me retes maldita puedo hacer lo que sea para cerrarte la boca-
La sonrisa confiada en los labios de la joven hizo que la ira de aquella mujer ascendiera.
-Oh no querida, no malinterpretes dejaremos que el tiempo trascurra a ver cuándo se cae tu pequeño teatrito, además que creo que ya viste que no he tenido que besarlo para dejarle un recuerdo de mí, en cambio tú le has dado cientos y solo puedo ver su rostro de asco cuando se ve obligado a devolvértelos. -
La joven se quedó en silencio al escuchar las llaves de Alastor sonar.
-Eres una maldita zorra-
Dijo, pero antes de que hiciera algo para abalanzarse sobre Charlotte Alastor la detuvo.
-Calma, calma puedo saber ¿Por qué querías matar a mi visita? –
Charlotte le miraba con un gesto de triunfo en su rostro, la altanería digna de su padre.
-No sucede nada, no me sentaré junto a ella para ver esa película. –
Dijo como una niña peleona y malcriada.
-Tranquila me sentare en medio, espero no terminen peleando, tuve un día muy largo y créeme no voy a aguantar ninguna estúpida pelea-
Luego de eso y de acomodarse, los tres comenzaron a ver la película. Claire notó con detalle que la joven junto a Alastor no probó un bocado de los snacks mientras veían la película, la joven parecía impresionada, como si nunca hubiese visto una maldita película en toda su miserable existencia, luego de una media hora, notó como Alastor pestañeaba con aburrimiento, era obvio que estaba pronto a dormirse y asi lo hizo minutos después, quedándose dormido y por inercia recostó suavemente su cabeza sobre el hombro de Charlotte, algo que había enfadado a Claire, Charlotte no se veía ni levemente incomoda, parecía acostumbrada a ese tal acto, por lo que Claire sacudió con violencia a Alastor haciéndolo sobre saltarse, cuando fue más consiente entendió porque su prometida lo habría molestado.
-Lo siento Charlotte me quedé dormido, no note que invadía tu espacio. -
Dijo el pelicastaño para luego bostezar.
-Lo comprendo debes estar bastante agotado, lo mejor es que te marches Claire para que pueda él descansar-
Dijo de manera burlista la joven vampiresa, haciéndola enfadar levemente.
- ¿Por qué no te vas tú? No eres más que una molesta visita-
En ese momento Alastor estaba más despabilado.
-Por todo lo que deseen dejen de pelear, Claire ella es mi invitada y no voy a echarla porque te incomoda-
Dijo claramente fastidiado, mientras Claire se cruzaba de brazos.
-Bien, me quedo a dormir Alastor, dormiremos juntos en tu cama-
Alastor suspiró con fastidio ya se esperaba la petición de su prometida eso era un hecho.
-No, definitivamente no-
Charlotte sabía que no podría dejarle la oportunidad a esa mujer de sobre pasarse con Alastor como lo hizo veces anteriores.
-Al, ve a tu habitación, yo dormiré en el sillón y tu novia puede dormir en la alfombra-
Dijo la joven con determinación, mientras Alastor estudiaba la situación, si bien se moría por dormir al lado de Charlotte eso, aunque tuviera como excusa el no querer dormir al lado de su prometida sería mal visto por esta misma, por lo que decidió hacer justamente lo que la joven le había dicho solo que habría un pequeño cambio.
-Querida tengo un colchón inflable, tendrás que esperar hasta que esté listo para que puedas dormir-
Dijo tranquilamente a su prometida mientras, Charlotte se puso de pie.
-Dame un segundo me cambiare para dormir. -
Charlotte sabía que debía utilizar la ropa que Rossie le dijo que era para dormir, se sentía casi desnuda, pero necesitaba darle una probadita a esa tal Claire de lo que se sentiente que tu pareja le haga ojitos a alguien más, pronto salió con bata de ceda color roja con bordes en encaje en el escote y al final de la falda, la misma se apegaba con demasía a sus curvas, volviéndola un manjar para la vista, Alastor se quedó unos minutos en blanco mientras Claire se quedó mirándolo con reproche, el simplemente se sobre salto y se aclaró la garganta, llevando el colchón inflable a la sala comenzando a prepararlo para que su prometida se pudiere dormir allí.
-Te estoy observando Alastor-
Dijo la joven con los brazos cruzados, Alastor simplemente se rio como un niño cuando hace una maldad a propósito.
-No seas tontita, es contigo con quien me voy a casar ¿no? –
La joven se sentó sobre la alfombra al lado de él, amaba ver cada una de sus encantadoras facciones, lo sexy que ese maldito mojigato podía llegar a ser si se lo proponía.
-A este paso siento que te vas a preferir cogerte a esa zorra de Charlotte a casarte conmigo. -
Dijo con amargura, Alastor realmente ya estaba harto de la situación de los celos de Claire.
-Piensa como quieras, si no confías en mi bueno, pero no esperes que yo te de razones ni que te vaya a rogar que vuelvas-
Se puso de pie y terminó para irse a la cama a dormir. -Buenas noches damas, descansen. -
Dijo por fin marchándose de aquel lugar, llegó a su habitación y se dejó caer sobre la misma, el aroma de aquella dama inundo sus fosas nasales, le agradaba, no quería de admitirlo, pero estar tanto tiempo con ella le comenzaba a generar toda clase de pensamientos impuros que quería llevar a cabo.
-Oh Charlotte, hermosa Charlotte-
Dijo dejándose llevar por aquel aroma mientras cerraba los ojos, pronto se quedó dormido, mientras en la sala Claire se cercioraba que Charlotte estuviera dormida, la misma observó que dormía como una muerta, parecía sacada del cuento de blanca nieves, pronto se dirigió con sigilo hacia la habitación de Alastor, pero no llego más allá en menos de un segundo Charlotte estaba tras ella.
-Al joven Rousseau no le agrada que irrumpan en su habitación mientras duerme, asi usted sea su prometida puedo dar fe que eso lo enfadaría-
La joven decidió regresar a dormir, lo cual fue imitado por Charlotte.
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BAJO LA LUZ DE LAS SOMBRAS
FanfictionAlastor trabaja en un periódico desmintiendo mitos, una de esas travesías le llevara a una aventura increíble y descabellada a la ciudad de Pensilvania