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Luego de mi pequeño atrevimiento, me alejé de todos. Decidí salir de la habitacion, buscando un lugar silencioso y oscuro, realmente necesitaba tranquilidad. Todavía no podia creer que yo, yo la mismísima Shin Miwoo había besado a Wong Hendery.
Había besado a un desconocido. Y aún asi, me había gustado.
Muchas cosas se mantenían en mi cabeza. Pensamientos y sentimientos desconocidos, que nunca antes ni siquiera había imaginado sentir. Primero Sunhee, ¿ella ahora tenía novio? ¿cuando había conocido a ese chico? ¿por que nunca me lo había contado? ¿conocia a Hendery y nunca me lo había dicho?.
Necesitábamos una larga charla lo más pronto posible.
—Hola—una ronca voz me asustó. Lleve una mano a mi pecho, saltando para atrás.
—Lo siento—se disculpó. —¿Que haces aquí sola?
Levanté mis hombros. —Necesitaba aire.
Hendery suspiró acercándose, quedando a mi lado. Mis nervios aumentaron.
—¿No estabas divirtiendote?—preguntó curioso.
—Si, claro. Solo necesitaba un segundo de tranquilidad.
—¿Por que no te había visto antes?—chasqueo la lengua interesado.
Abri mis ojos con sorpresa, eso rompió mi corazón. Estabamos en la misma clase, compartíamos clase de gimnasia juntos y nunca me había notado. Bueno, tampoco lo culpaba.
—No suelo salir mucho—me excuse. Con salir, me referí a socializar.
Él asintió.
—¿Te gustó?—cuestionó luego de unos segundos con una sonrisa. Lo mire confusa. —El beso.
Mi corazón comenzó a palpitar rápidamente. Grite por dentro.
—Claro—le susurré. —¿A ti?—me atreví a preguntar.
—Demasiado—alegó sonriente.
Asentí sonriendole. Mis nervios recorrían cada esquina de mi cuerpo, el hecho de tenerlo a mi lado, preguntándome sobre el beso, me hizo sentir confiada y a la vez insegura.
Le sonreí tímida.
Sentí su mano acariciar mi mano, sus dedos recorrieron mi ante brazo antes de tomar mi mano y tirar de ella, hasta hacernos chocar contra nuestros cuerpos. Las palmas comenzaron a sudar mientras sentía mi pecho explotar.
Levanté mi rostro encontrando al suyo, Hendery sonreía mientras miraba mis labios, mojando los suyos con su lengua invitándome a besarlo.
Lo había hecho una vez, claro que lo haría dos.
Sin decir nada más, uní nuestros labios sin pensarlo. Tomando su cuello y acercándolo a mi, Hendery siguió su recorrido por mis manos, hombros y espalda. Luego las detuvo en a los costados de mi vientre, sosteniendome.
Los labios de Hendery correspondieron a los míos, acariciándolos suavemente, delineando su lengua sobre la mia. Todos nuestro alrededor se había detenido. Solo era Hendery y yo.
Desde el primer momento que lo vi sentí curiosidad sobre él, desde ese instante me gustó.
Nuestro suave y lento beso ahora de tranformaba en uno salvaje y necesitado, porque realmente necesitaba besarlo de nuevo. Quizás nunca podría tenerlo, pero mientras tanto lo disfrutaría. Mis manos abandonaron su cuello, acariciando su cabello y hundiendo mis dedos sobre el, tirando sus mechones. Hendery respondió con un jadeo y apretó su agarre. Sus labios dejaron los mios, en busca de aire, cuándo nuestros pulmones se renovaron de oxígeno, volvimos a unir nuestros labios.
—No pensé que harías eso—susurró.
—¿Besarte?—pregunté, él asintió. —¿Por que?
—Porque no pareces de esas chicas—dijo suave y risueño.
—No lo soy—le respondí. —Pero quise hacerlo.
—Comienzas a interesarme más de lo que deberías.
Sonreí negando. No estaba segura de sus palabras, no lograba a entender su punto. Quizás no le gustaba, pero me alegraba saber que al menos le intereso.
Dispuesta a unir nuestros labios nuevamente, cuándo se tocan, Hendery se aleja.
—Sunhee estaba buscandote, quería llevarte a casa antes de irse—mencionó. —Estaba preocupada, pero le dije que cuidaría bien de ti.
Sus palabras resonaron dentro de mi pecho.
—¿Lo harás?, ¿vuidarás de mi, Hendery?
Asintió con una sonrisa. —Claro que si, nena.
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