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↺Cuando te compara con su ex.
No sabías que le estaba pasando a Mark estos últimos días, solo podías notar la forma en que se alejaba de ti y dejaba de darte importancia.
Cada vez que te acercabas a él, Mark se alejaba, excusándose con puras mentiras. A veces no contestaba tus llamadas y cuándo lo hacia, te colgaba en el medio de la conversación. Intentabas hablar con él, pero Mark decía que estabas siendo paranoica y que nada pasaba.
Mark estaba con sus amigos en el sofá, bebiendo mientras miraban un partido de fútbol. No querías molestarlo, así que te encerraste en la habitación. Pero ahora tu estomago rugía por comida, así que bajaste por algo.
Ibas bajando los escalones cuándo escuchaste Mark hablar.
—Ella es jodidamente intensa, no deja de preguntarme cosas, llamarme, ni siquiera me deja en paz cuándo la ignoro—escupió bufando. Todos sus amigos rieron. —T/n no se parece en nada a Yejun, estoy empezandome a hartarme de ella.
Sus palabras golpearon en el centro de tu pecho, haciéndote llorar rápidamente. En silencio escondiste tus lágrimas y volviste a subir a la habitación.
¿Porque mencionaba a esa mujer? Tu no eras nada parecida a ella. Ella lo habia lastimado, lo habia humillado y luego pisoteado. ¿Y ahora te comparaba con ella? Como se atrevía.
Todo lo que buscabas era su bien estar, por eso querías asegurarte de que comiera lo suficiente, duermiera o descansara. No eras intensa, cuidabas de Mark, ya que a él no le importaba cuidar de si mismo.
Agarraste una campera, dispuesta a irte a dormir a la casa de tu amiga. No querias pasar un minuto mas en este calvario.
—Oh, T/n—avisó Jaehyun cuándo te vio bajando las escaleras. Todos se callaron.
—¿A donde mierda vas?—preguntó Mark ebrio.
No le respondiste. Tomaste tus llaves y saliste por la puerta.
—¡T/n!—escuchaste su grito. Llego corriendo hasta a ti y tomó tu brazo. —¿Que pasa?
—No vuelvas a tocarme—le chillaste bruscamente. Él te miro confuso. —Sabes, solo me preocupaba por ti, Mark.
Las lágrimas corrían por tus mejillas.
—No vuelvas a buscarme, mañana mandaré a alguien por mis cosas—le dijiste por ultima vez, antes de girarte y comenzar a caminar a toda velocidad esquivando sus desesperados gritos.
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