Un bocado más [Jotakak]

~El Ruido De La Lluvia~

Polnareff había regresado a su departamento bastante emocionado hablando de todo con Avdol, Malena y peleando con Iggy pero guardó silencio al segundo de ver a Jotaro esperando en las escaleras frente a su edificio.

-¡Oh Polnareff! —se levantó caminando en su dirección.

-¿Jotaro? —tanto la chica como Avdol quedaron asombrados de al fin conocer al mencionado chico— ¿Qué haces aquí?

-Bueno... Hoy es el cumpleaños de Kakyoin... —sacó una pequeña caja roja detrás de su espalda volviendo incómodo el ambiente— Pensé en traerle un regalo... Estoy seguro que no se lo daré en persona pero ¿podrías entregarlo por mi?

-Oh, sí claro.

-Gracias —Jotaro solo se despidió con un gesto de las demás personas que no conocía las cuales tendrían una buena charla sobre lo sucedido.

-¿Debería abrirlo?

-De ninguna manera, es para Nori. —Malena lo arrebató de sus manos.

-Pero tengo que saber que no es nada malo.

-Estoy seguro que no hay de que preocuparse —habló avdol viendo cómo Jotaro se alejaba caminando con las manos en sus bolsillos encorvado mirando al suelo.

Jotaro seguía manteniendo un perfil bajo desde lo sucedido con Marina después de ver cómo sus notificaciones explotaron al circular el rumor de su regreso con la chica. Pero tampoco le desagradaba, esa era la peor parte de todas, que al tenerla frente a él apoyándolo como siempre le hacía querer revivir los viejos tiempos, y mentiría si no dijera que en algunas ocasiones se le cruzó por la cabeza pedirle regresar solo para experimentar. Un adolescente confundido que no sabía lo que quería, un típico cliché de las películas americanas pero que nunca pensó llegar a vivir. Tomaba su tiempo para evitar volver a casa, lo último que quería era seguir preocupando a su madre con todo lo que sucedía y sin poder explicarle nada. Su única respiro era al momento de fumar, cuando parecía que todo de se volvía una pesadilla, incluso reía cuando recordaba que llegó a dejar la nicotina por Nori, ahora le parecía imposible porque era lo que lo mantenía cuerdo.

Esa noche era peor que las demás por el simple echo de no poder pasar un día tan especial con él, se preguntaba si estaba bien o si se estaba divirtiendo, seguramente Polnareff venía de verlo ya que estaba animado, eso le indicaba que todo estaba perfecto pero el dolor en el pecho no desaparecía. Había tratado de contactar con él a pesar de saber que era imposible pues las llamadas siempre mandaban a buzón, pero esa noche lo intentaría hasta el cansancio, o eso pensaba.

El teléfono seguía vibrando, notificación tras notificación, ni siquiera se molestaba en mirarlos pero una en especial llamó su atención. Le sorprendió que Dio tuviera su número pues nunca habían hablado.

“¿Olvidaste su cumpleaños? Porque estoy seguro que él ya se olvidó de ti"

En shock revisó aquella imagen detalle por detalle para saber que no era ningún montaje, Nori estaba dormido al lado de aquel asqueroso ser, pero eso no era lo que más le molestó, si no que incluso Dio supiera de su paradero pero no él. Esa era la señal que necesitaba para saber que todo había terminado para él. Con una sola mano logró estrellar la pantalla de su teléfono de la fuerza que puso al enfadarse, no dudo en ir hasta la casa de la chica para calmar aquellos celos que lo consumían. Tocando a modo de tirar la puerta y gritando su nombre una y otra vez la chica salió exaltada por lo que sucedía.

-Jotaro ¿qué hac...

No terminó de hablar cuando el joven ya la tenía contra la pared mientras la besaba sin pudor alguno, pasando sus manos por aquel diminuto y frágil cuerpo provocando pequeños espasmos en ella.