~Estar bien~

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Jotaro no había dicho ninguna palabra de regreso a casa, se había mantenido en completo silencio y que a pesar de ser normal en él ser alguien de pocas palabras, siempre tenía algo que decir cuando regresaba de casa del abuelo, pero no esa vez. Pensaba en las palabras de kakyoin y como este tenía razón, Jotaro tampoco estaba listo para algo con él pues de ser así seguramente las cosas terminarían mal.

Holly esperaba un momento a solas para preguntarle sobre lo que sucedía pero su padre se adelantó con un comentario que sólo volvió la situación más pesada de lo que era.

-Debo decir que me sorprendió que Dio fuera... gay —dejando su chaqueta en el perchero mientras quitaba sus zapatos en la entrada con los demás— Pero debo admitir que al menos consiguió una buena pareja, bien posicionada y con un gran valor social. Estoy seguro que su relación será muy fructífera en un futuro.
Tal vez, Jotaro, deberías aprender un poco de él y comenzar a planear las cosas en tu vida —Esperaba una respuesta por parte de su hijo pero este decidió ignorarlo por completo.

-Está cansado, han sido días duros para él.

-¿Qué pueden tener de difícil? Dijiste que volvió con Marina, debería enfocarse en no volver a perderla en lugar de pensar en cosas innecesarias.

-Bueno sí, pero también te hablé sobre Nori —ambos tomaron asiento en el sofá para hablar un rato más en aquella madrugada— Eran amigos y tuvieron algunos roces...

-Tampoco lo entiendo, Kakyoin parece ser una influencia perfecta para él. Jotaro sólo se enfoca en arruinar cada cosa buena que le pasa —abrazando a su esposa que se acurrucaba triste en sus brazos— comienzo a creer que lo hace a propósito para molestarnos... Lamento dejarte sola con todo esto —Mientras daba un beso en su frente.

Jotaro lo escuchaba todo desde la otra pared, las casas japonesas no eran conocidas por guardar secretos. Pero antes de molestarse solo entendía cada vez más que no podía seguir así. Sus acciones lo habían llevado a perder a su primer y único amigo y que había llegado a ser más que eso, aparte tampoco podía decir que no quería a Marina, después de todo fue su primer amor y de haber vuelto en otras circunstancias no hubiera dudado en luchar por ella.
Jotaro sólo se echó en el suelo para mirar el techo pensando en todo y a la vez en nada, unas ganas inmensas de llorar lo sofocaban creando un nudo en su garganta y nublado su vista por segundos. Ahora tenía a Marina pero no sentía lo mismo que antes y la persona con la cual quería estar ahora le temía y en cierto modo le había decepcionado que Kakyoin conociera su mala cara, en el fondo esperaba que pudiera perdonarlo y seguir con él como hasta ahora. Finalmente no pudo contener más sus sentimientos y aquella larga noche fue sólo de sufrimiento y tristeza para ambos chicos.

Narra Jotaro:
Sé mejor que nadie que la palabra "hubiera" es solo eso, una palabra, pero cuantas cosas no hubieran sido diferentes si hubiera escuchado a Nori, si hubiera tomado la iniciativa de hablar sobre su confesión, quizá así no hubiera tenido que soportar todo lo que pasó y ahora tendríamos un final distinto... ¿Pero es este el final? ¿Realmente todo terminó para ambos? Él será feliz con Dio y yo con Marina, viéndolo de esa manera pareciera la mejor manera de ponerle fin a esta ridícula historia que comenzó por mi obsesión por él y querer saber que secretos aguardaba su diminuto cuerpo.

-¡Jotaro! —la fuerte voz de mi novia me trajo de vuelta a la realidad— Ni siquiera me estás escuchando.

-Lo siento, estoy un poco cansado.

-Se nota, tus ojeras son enormes.

-Quizá deberíamos dejar la salida para otro día.

-Pero si fuiste tú quien lo propuso cuando te enteraste que tu padre volvería —Ahora lo recordaba, habíamos planeado una pequeña visita a unas aguas termales, todo para evitar estar en casa, bajo el mismo techo que mi padre.

Un bocado más [Jotakak]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora