Pink Cheeks

Washing Machine Heart

El incómodo silencio que había entre esos dos ya iba para 10 minutos, solo el agua escuchándose en aquel lago, los grillos mañaneros  y las cañas siendo jaladas se escuchaban.

-¿Ya me dirás de qué hablabas por teléfono en la mañana con SeokJin? Cuando Jinnie fue por Jimin y Tae te vi muy nervioso.- Preguntó Nam mientras trataba de lanzar su caña una vez más al lago.

YoonGi sorprendido que que el moreno supiera eso se tensó al momento. Cambió la carnada de su anzuelo pensativo tratando de buscar una respuesta cuidadosa para no cagarla de nuevo.

-Le pedí uno de sus bocadillos, es todo.- contestó seco mientras volvía a lanzar su caña.

Namjoon suspiró profundo tomando asiento en el tronco junto a su amigo, se talló la cabeza mientras trataba de despejar sus pensamientos.

-¿Que estás haciendo? Me lanzaras tus piojos si sigues sacudiendo tu cabello así.-

Si, ahí estaba su amigo de nuevo.

-¿Sabes? Lo siento si a veces te....intimido, es solo que, tú sabes, Jin y yo hemos estado muy unidos desde hace mucho tiempo y yo...lo quiero. Y después de lo que me confesaste no puedo estar tranquilo.- contestó Nam tratando de sonar calmado aunque su pulso iba a mil por hora tratando de no gruñirle a su mejor amigo.

-Hey, no eres tan temible, aunque bueno, nunca pensé ver esa faceta tuya de sobreprotección y la chingada, y ya no te preocupes por eso, me propuse a olvidar a SeokJin y, digamos que en este momento tengo mis propios problemas.- dijo YoomGi mientras tomaba una fritura de maíz.

-¿Tus propios problemas? No me digas ¿volviste a robar mandarinas del árbol de doña Florencia? Hombre, sabes que esa señora es mexicana, ella si te da en la madre.- contestó Nam asustado al recordar la última vez que acompañó a su amigo por "mandarinas gratis" y terminaron en el hospital con una semana de incapacidad.

-Soy idiota pero no tanto, obviamente no me volvería a acercar a la casa de esa doña ni porque me pagaran; como sea, me refería a otra clase de problemas , lo qué pasa es que.... un momento ¿por qué te debo contar? Púdrete.- contestó Min mientras estaba ves rojo de la pena se llenó la boca con frituras.

-Oh por Dios.- dijo Nam mientras volteaba a ver sorprendido a su pálido amigo.- ¿es acaso sobre alguna chica? ¿Cómo es ella? ¿La conozco? ¿Va en nuestra escuela?-

-Mierda Kim, cállate ¿cómo asumes que se trata de una chica?- contestó nervioso el alfa mientras desviaba la mirada rojo como tomate y con el ceño fruncido.

-Por qué cuando una chica te parece linda o tierna te pones así de nervioso, pero ésta debe ser la indicada ¿no? Es decir, estás todo nervioso y rojo, debe ser toda una fiera, o mínimo domadora de leones, porque para tenerte así amigo, enserio debe ser un buen partido ehh.- dijo Nam mientras reía escandalosamente.

Min tomó una de las lombrices de anzuelo y la metio en la boca de su amigo mientras éste al instante hacía arcadas y comenzaba a escupir.

-¡Imbecil!- Dijo Nam mientras se tomaba una botella de agua de golpe y haciendo muecas de asco.

-Tu te lo buscaste grandísimo idiota - dijo YoonGi entre risas tocando su panza de tanto dolor causado por la risa excesiva.

-Bueno ya, te perdonaré lo de la lombriz y no me vengaré si me cuentas más de esta chica.- dijo Nam acomodándose de nuevo en el tronco y abriendo una gaseosa.

-Bueno, en realidad no es como que me guste, de hecho la odio, pero.... creo que es mi pareja predestinada...-

Namjoon que estaba tomando su gaseosa hasta ese momento abrió los ojos y escupió al instante su refresco mientras tosía tratando de recuperar el aire. YoonGi solo rodó los ojos por la exageración de su mejor amigo. ¿Era para tanto? Es decir, había tenido sus conquistas y era cierto que no solía salir con muchas personas pero ¿era muy raro decir que había encontrado a su pareja predestinada?