Esa semana pasó sin mayores dramas, Sesshomaru y Rin se sumergieron en sus respectivos trabajos, por lo que a ambos se les hacía inevitable compartir bastante tiempo juntos. Rin era un gran aporte, siempre lo ayudaba con todo lo que estaba a su alcance o incluso más, siempre tenía la mejor disposición y cada vez que hablaba, cualquiera podía notar la propiedad y la seguridad en sus palabras, era confiable y eso la hacía una excelente negociadora. Poco a poco el frío empresario comenzó a sentir que la compañía de su joven y brillante estudiante se le estaba comenzando a hacer imprescindible, verdaderamente desde que Rin llegó a ese lugar, le había hecho todo más fácil...
Bueno, todo a excepción del desastre que tenía en su cabeza.
Con todo el tiempo que pasaban juntos, él no tardó en notar que había mucho más de Rin por ver... No sólo era muy inteligente y realmente hermosa, también era interesante y graciosa, era tierna y sin quererlo, muy seductora. Aunque a veces era realmente terca y obstinada, hablaba sin parar y a veces no quería decir ni una palabra, a veces maldecía, se preocupaba en exceso por todos a su alrededor y de vez en cuando tenía días malos... No siempre estaba feliz, pero hasta en los días más ordinarios y agotadores encontraba alguna razón para sonreír ampliamente. Era la primera vez que compartía durante tanto tiempo con alguien sin terminar detestándolo y con ella parecía ser todo lo contrario. Mientras más tiempo pasaba a su lado y mientras más lograba conocer de Rin, todo su cuerpo y su ser le pedían un poco más... como si no pudiera saciarse de ella.
Y a la joven castaña le pasaba algo muy similar. Cuando estaba con Sesshomaru extrañamente se sentía segura y protegida, que eran sensaciones que creía olvidadas. Aunque no entendía porqué, era como si él estuviera pendiente de ella a cada segundo... No podía negar que también se sentía bien saber que él confiaba en ella y en su juicio y que tomaba en cuenta su opinión. Todos hablaban sobre el frío y despiadado Taisho, como algún tipo de empresario desalmado, pero poco a poco, Rin comenzó a ver más en él que sólo eso.
Sin embargo, llevaba los últimos días convenciéndose de que no era nada, de que no se sentía terriblemente atraída hacia él... porque así estaban bien. Funcionaban bien juntos y pensar en algo más sería arruinarlo. Eran personas completamente distintas, en unos días más él partiría a China a cerrar su convenio y en un mes su pasantía terminaría y no lo volvería a ver más... Involucrarse con él definitivamente sería un error. Un error que la haría sentir mal, un error que la haría sufrir nuevamente. Un error que no entendía por qué, últimamente quería tanto cometer.
Definitivamente le estaba dando muchas vueltas a este asunto, últimamente sus pensamientos tomaban rumbos sin sentido, pero ella lo tenía claro, él no era la clase de hombre que quería en su vida.
Suspiró resignada y se encaminó a buscarlo.
- Señor Sesshomaru, es hora de ir a la reunión con el señor Hakudoshi. - Lo llamó al entrar en su oficina.
- Llamaré a Jaken para que nos lleve.
- Podemos ir caminando, no debería molestar al señor Jaken para eso...
- Ese es su trabajo, Rin.
- Pero estamos sólo a un par de cuadras, sería absurdo ir en auto.
- Parece que lloverá.
- Estamos en pleno verano, señor Sesshomaru.
Suspiró cansado. A veces discutir con Rin era caso perdido.
- Está bien, vamos. - Le dijo tomando su saco y saliendo con ella del edificio.
Caminaron algunas cuadras hasta llegar al lugar donde tuvieron su reunión, que no duró más de una hora y luego salieron caminando juntos de vuelta a sus oficinas.
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Destinados
FanfictionRin es una joven y brillante estudiante de negocios, que lleva una vida difícil y ocupada, sin ganas ni tiempo para el amor. Pero a veces no importa el tiempo ni el lugar, hay quienes simplemente están destinados a encontrarse. Fanfic (+ 18) AU basa...