Cap. 28: Cumpleaños de Rin

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- Rin, ¿Qué harás? - Le preguntó Kagome al verla arreglarse.

- Sesshomaru me invitó a cenar a su departamento, mañana se va a China temprano...

- Oh, verdad... ¿Y qué quieres hacer mañana por tu cumpleaños?

 - No lo sé, no tengo nada pensado... - Dijo levantando sus hombros. 

- ¿No quieres invitar amigos o algo?

- Mmmh no, no lo creo... contigo es más que suficiente. - Le dijo riendo. - Ya me tengo que ir, chao amiga ¡Nos vemos mañana!

- Bueno, ¡¡Pásalo bien!! 

Rin tomó un taxi hasta el edificio del peliblanco, saludó amablemente al conserje y subió hasta el último piso. 

Abrió sus ojos con sorpresa al entrar y ver la mesa elegantemente puesta, esperando por ella. Y algo más también llamó su atención, al estar adentro lo primero que se veía sobre la fina mesa de centro frente a un sillón, era el pequeño cuadro que ella le había regalado, como único adorno en ese lujoso departamento. No pudo evitar sonreír al darse cuenta. 

Él no tardó en ir a recibirla al escucharla llegar y Rin lo besó feliz en sus labios. 

- Hola pequeña. 

- Sesshomaru, todo se ve maravilloso... - Le dijo con una tierna sonrisa emocionada. 

- Te hubiese llevado a cenar, pero no se puede, así que tendrás que conformarte con mi comida. - Le dijo sin apartarse de ella, sosteniendola de la cintura. Rin sonrió al escucharlo

- Lo siento por eso... Pero de todas formas es mejor así, tu comida es mi preferida...

Sesshomaru tomó su abrigo y su bolso y la invitó a sentarse a la mesa, Rin lo miró con curiosidad al ver que sobre su puesto había un pequeño paquete rectangular, elegantemente envuelto. 

- ¿Qué es esto? 

- Tu regalo de cumpleaños.

- ¿De verdad? - El asintió. - ¿Y puedo abrirlo ahora?

- ¿Por qué no podrías?

- Porque mi cumpleaños es mañana... 

Sonrió enternecido al escucharla. 

- Puedes abrirlo ahora, si quieres...

Rin lo miró emocionada y le sacó rápidamente el papel que lo envolvía, miró por un segundo la elegante cajita rectangular que tenía entre sus manos y algo nerviosa la abrió, quedando con la boca levemente abierta al ver el precioso collar que había adentro. Era una cadena de oro muy delicada y sencilla, totalmente de su gusto, con un colgante en forma de luna menguante con pequeñas piedras rosa incrustadas, realmente hermoso y se notaba de lejos que era de lo más fino... 

Levantó su mirada hasta encontrarse con los ojos dorados de su peliblanco que la miraban expectantes.

- Sesshomaru, esto es demasiado... 

- No digas tonterías. 

Rin sonrió al escucharlo. 

- Es hermoso, me encanta... Muchas gracias. - Lo sacó de la cajita y se lo acercó. - ¿Me ayudas? - Le pidió girándose y quedando de espaldas a él, levantó su cabello, para dejar su cuello libre y él le puso el collar con toda la delicadeza posible. 

Rin se giró para volver a verlo y él no pudo hacer más que sonreír. Con ese delicado vestido blanco que llevaba, que hacía contraste con su piel ahora bronceada por los días de sol y el collar que caía perfectamente sobre su escote y hacía juego con sus exquisitos labios rosas pintados con ese suave brillo, se veía tan elegante como sensual y hermosa... 

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