Prólogo.

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Meagan.

Si la vida me brindara una segunda oportunidad, una nueva forma de comenzar desde cero no desperdiciara ni un solo momento junto a ellos. Mamá solía decirme que cuando la historia va en picada aparece el héroe que salvará el día, pero papá como siempre le llevaba la contraria, explicaba que ese supuesto héroe éramos nosotros mismos, que solo nosotros éramos capaces de lograr aquello que tanto quisiéramos alcanzar.

 Esa trágica noche me sentí como la peor villana porque no pude hacer nada por ellos, por mí, por nosotros.

Miedo, miedo, miedo y frío es lo que siento en estos momentos, se suponía que este día sería feliz para mí por ser mi cumpleaños número quince, pero lo único que deseaba era morir junto a ellos. Trato de hallar respuestas pero nada me ayuda, estoy adolorida y cuando bajo la cabeza encuentro casi toda mi ropa rasgada y mi cuerpo con grandes moretones, luego de darle vueltas al asunto caigo en cuenta de lo que presencié hace menos de una hora, la muerte de mis padres. Pero lo que más me confunde y me llena de desilusión es que no me dejaron ir con ellos, me dejaron tirada en el patio de la casa de mi mejor amiga Tiny, no aguanto más el dolor y desgarro mi garganta llamándola.

"—¡Tinyyyy, Tiny por favor tienes que ayudarme! — seguido de los gritos sale una Tiny asustada junto a su mamá."

"—Chiquita, ¿pero qué ha sucedido? —pregunta la mamá de Tiny al borde de las lágrimas —. Tranquila mi niña, nosotras te ayudaremos. —Me rodea con las sábanas que Tiny buscó rápidamente luego de observar mi estado físico."

Luego de ese trágico momento ellas procedieron a llamar a las autoridades, ese día estaba de guardia el sargento Silva, un viejo amigo de la familia y padre de mi amigo y crush, Rich.

 Han pasado dos semanas desde aquel incidente y las únicas personas que realmente se preocupaban por mí eran Tiny, la tía Carine y la mamá de Tiny.

Salir adelante es lo que me ha planteado la psicóloga que ha tratado mi caso, pero esa posibilidad muere cada que los recuerdo, cavé un hoyo del cual no quiero salir, no quiero sentir, no quiero mejorar, solo quiero estar inconsciente de todo y sumirme en el mundo de fantasías que he creado, lugar donde ellos están vivos aún y no les fallé, ni nos abandonó su tan adorada diosa Luna.

LA VOLUNTAD DE LA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora