30 minutos antes...
Sergei.
Me encontraba camino a casa con el pastel de Meag que hizo la vieja decrépita que trabaja en la pastelería, pero me detengo cuando visualizo la camioneta de Rinc con un oso gigantesco dirigiéndose hacia el lugar donde se encuentra la cumpleañera. Rio para mis adentros por lo estúpido que es Rinc con sus detalles tan exagerados, me cae pesada su intensidad hacia Meag.
Continúo mi camino pero recuerdo algo, bueno, algo no, a alguien que hace desaparecer mi mal genio producido por Rinc. Ese alguien es Aleric, éste se encuentra aún en casa y no sabe nada de la relación de la niñita con el castroso.
—Debo apresurarme —susurro para mí—, hoy podría ser el día perfecto para deshacerme de Rinc. —sonrío ante la oportunidad que se presenta tirando el pastel feo al pequeño parque y me apresuro en llegar a casa.
Por obvias razones llegué antes que Rinc y me adentro rápidamente a la sala donde se encuentra el lobo y sus amigos. Debo actuar rápido.
—¡Estoy tan cansado de ese tipo! —me quejo en un tono suficientemente alto como para que la atención de Aleric se centre en mí—.Odio ser el mensajero del noviecito de Meagan —continuo hablando solo y Aleric se para de sopetón del mueble. Todo bien—, ahora tengo que decirle a la niñita que salga para que reciba la sorpresa que le dará su amado. —mascullo lo último solo para mí mientras camino hacia la cocina, pero sé muy bien que el futuro alfa lo escuchó porque al girar mi cabeza sobre mi hombro confirmo que ya Aleric voló hasta la entrada de la casa.
Sonrío caminando hasta la cocina mientras me felicito, jamás le pediría directamente a ese idiota que se deshaga de Rinc. Mi plan funcionó. Ahora solo me queda deshacerme de él, pero por los momentos dejaré que haga todo el trabajo sucio de hoy.
—Creo que deberían ir hasta el frente, no querrán perderse del espectáculo —anuncio adentrándome al lindo ambiente familiar que hay en la cocina. Me pongo a un lado en la puerta dejando que todos salgan y Meagan me observa confundida.
La niñita me pregunta qué es lo que está pasando y no le explico la situación, solo me dedico a asegurar su permanencia dentro de la casa porque afuera las cosas podrían ponerse turbias y no quiero que ella esté en medio de todo.
Me gusta ver arder el mundo, pero no que ella ni yo ardamos en él.
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Narrador omnisciente.
La homenajeada del día de hoy se encuentra ideando mil formas de traspasar las ventanas cerradas para poder salvar a su amado del chico que se aproxima de manera lenta hacia él por sus espaldas. Ella escucha en su subconsciente una especie de cuenta regresiva que va en cámara lenta, pero cuando el reloj llega a cero no puede suprimir el pequeño grito que sale de su garganta al momento que Aleric Mckay termina su recorrido hasta Rinc y toca dos veces sus hombros para poder captar su atención «cuando les digo tocar me refiero a que casi hunde el hombro del enamorado».
Rinc voltea para ver de quién se trata y se lleva la sorpresa de que es su futuro alfa quien lo recibe, éste se encuentra tan sumido en la magia del amor que parece no notar la posible lesión que pudo haber ocasionado Aleric en su hombro izquierdo. Pero igual no entiende qué puede estar haciendo en la casa de su novia.
—Hola alfa, bueno aún no es el alfa pero no me molesta decirle así —saluda Rinc muy sonriente—, sé que es un abuso y todo eso, ¿pero podría ser tan amable de ayudarme a bajar el oso? Quiero ponerlo junto a este ramo y los regalos, todo debe salir perfecto para mi chica, es Meagan, no se si usted la conoce.
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LA VOLUNTAD DE LA LUNA
Fantasy-Hija te amo, no importa lo que pase de aquí en adelante, por siempre serás mi pequeña...-menciona el nombre que solo él y yo conocemos tomando una bocanada de aire ya que las heridas no lo dejaban respirar bien-. Nunca lo olvides, ten mucha fé en n...