CAPITULO 16: "La gran verdad. Parte 1"

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La pelinegra observa de pies a cabezas a aquel albino que estaba siendo iluminado por la luz de la luna. Su larga estola y cabellos bailan con el ritmo del viento que sopla delicadamente, llevando consigo algunas cuentas hojas secas que han caído de los árboles. Cada vez la temperatura estaba bajando, pero en ese momento la pelinegra no lo sentía. Su corazón ha comenzado a latir rápidamente, a causa de la emoción de saber que aquel albino se encontraba realmente frente a ella, pero ¿Cómo era posible que se encontrara en esta época? El pozo devorador de huesos se encontraba cerrado. ¿Cómo pudo viajar en el tiempo?

—¿Sesshomaru? Pero... ¿Cómo es que tu...? — le pregunta entre cortado sin ser capaz de terminar la pregunta.

El albino voltea la mirada hacia el árbol sagrado para así, a paso lento, dirigirse hacia él. La pelinegra le sigue con la mirada dudosa, para después ir detrás de él a paso lento. Él se detiene frente al gran árbol y observa detenidamente su gran tamaño y sus hojas, las cuales algunas se encontraban ya secas anunciado el próximo cambio de estación. 

—Han pasado 500 años... Kagome — le dice al escuchar que se ha detenido a unos pasos detrás de él.

—¿500 años? — duda sorprendida — Ya veo, entonces él... — piensa apretando con fuerza su puño frente a su pecho, un poco triste — Eso quiere decir que tu...— el albino se gira un poco para mirar a la pelinegra, confirmándole con un leve movimiento de cabeza.

—La vida de los Yokai en este tiempo es secreta — comienza a contarle — O nos ocultamos de los humanos o nos mezclamos con ellos. Ya nada es lo mismo que en la época sengoku. Pero... — se gira ahora hacia la casa de la pelinegra, atento a los movimientos de los propietarios, — desde la llegada de esa criatura, se ha vuelto un problema. Ha matado a tantos que los humanos han comenzado a sospechar que realmente podría no tratarse de un animal salvaje. 

—¿Esa criatura?  — duda por un momento la pelinegra — ¿Estará hablando de esa criatura de ojos rojos? — piensa al recordar esos horribles ojos como la sangre.

—Estuviste a punto de ser su alimento esta noche — se gira hacia ella, haciéndola recordar ese momento en el parque.

Entonces, fue la presencia de Sesshomaru lo que la ahuyentó — piensa mientras recuerda como aquella criatura se había apresurado en huir — Esa criatura desea apoderarse de mí alma y también... — dice mientras aprieta con fuerza el puño en su pecho, temiendo por lo que podría hacer ese demonio si logrará quitarle su alma — del alma de Inuyasha — guarda silencio por uno instante, dejando que el leve sonido del viento luciera su canto — Pero... ¡eso es imposible porque...! ¡Inuyasha no está en esta época! Él...

—Sí, Inuyasha no está en esta época — dice de una manera sarcástica — ¿Se estará refiriendo acaso de su alma reencarnada?

—¿Te refieres a Isamu? — le pregunta agachando un poco la mirada — ¿Lo conoces?

—No exactamente — responde centrando su mirada en el cielo nocturno, recordando aquel accidente.

*********Flash Back**********

El látigo venenoso es desviado, desgarrando al final en su piel. La lluvia caí frenéticamente en esa noche cerrada. El auto negro se encontraba fuera del carril puesto de cabeza y a unos metros, el cuerpo del pelinegro cae al suelo. El albino camina a paso lento hasta él para poder observarlo. Su cuerpo se encontraba desangrándose rápidamente. Toma la empuñadura de su espada Colmillo sagrado, pero antes de poder sacarla, el pelinegro pronuncia sus últimas palabras antes de cerrar sus ojos llenos de lágrimas.

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Su alma no quería volver, pero aun así... — piensa mientras observa ahora a la pelinegra quien le miraba con preocupación.

El Deseo de Dos Amantes (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora